De ANÁLISIS

Emiliano Giacopuzzi, imputado en la “causa de las imprentas”, se defendió este martes en el megajuicio. Estuvo más de 3 horas y media hablando a los jueces. Eso convirtió su declaración en la más larga, incluso superó al exministro de Cultura y Comunicación Pedro Báez, que declaró unas dos horas y media.

Giacopuzzi repasó su recorrido personal y laboral desde que era estudiante universitario. Contó cómo pusieron la empresa 5Tipos con Maximiliano Sena. Dijo que años después decidió separarse de su socio y conformar un nuevo emprendimiento. Aseguró que él mismo convocó a Luciana Almada como socia. Reconoció a Juan Pablo Aguilera como su amigo. Admitió que contrató reiteradas veces con el Estado provincial. Describió cómo prosperó. Afirmó que de los ingresos totales de su empresa, un 28 o 30 por ciento correspondió a órdenes de publicidad. Después fue cambiando de rubro. “Parece que ser amigo de alguien es delito y tener a su pareja como socia es delito”, apuntó en un momento, en referencia a su vínculo con el matrimonio que componen Juan Pablo Aguilera y Luciana Almada.

Tuvo apreciaciones sobre los medios de prensa, las publicaciones periodísticas y la investigación del Ministerio Público Fiscal (MPF). Dijo que los allanamientos el 1 de agosto de 2016 lo afectaron laboralmente. “Me pasaron dos cosas que necesito decirlas: quiero pedir públicamente perdón a mi mujer y a mis padres porque siento que este proceso ha sido muy duro. Nunca nadie se prepara para estar en este lugar, nunca pasé por algo así. Laburé toda mi vida. No le debo nada a nadie, lo que tengo me lo gané. Quiero seguir creyendo que en Entre Ríos la justicia existe, solamente eso. Perdón pero hace casi 6 años que tengo necesidad de contarles quien soy, de donde vengo y qué hago”, cerró.

Nacido en San Salvador, criado en General Campos, hijo de un empleado municipal y una ama de casa “algo que en este recinto intentaron descalificar”, mencionó al comenzar su relato. “Es desgastante someter a mi persona, mi familia y muchas personas que laburan conmigo, enfrentar una acusación es difícil. Estar imputado hace casi 6 años en esta causa que fue virando en el nombre como causa de la vaca, causa de las imprentas, ahora megacausa”, se quejó.

Giacopuzzi dijo que con su “compañero de vida, Maximiliano Sena” -coimputado en el legajo-planearon instalar una empresa en Paraná desde que vivían en Santa Fe. “En ese recorrido con Maxi, había gente que nos decía que en Paraná no había nada. Armar una idea de empresa arrancó siendo un delirio pero poco a poco empezó a madurar. Estaba terminando mi tesis y motivados porque nuestros padres dejen de bancarnos, le dije que armáramos algo en Paraná. Necesitábamos guita. Los padres de Maxi vendieron unos campos. El papá de él nos prestó plata, pero se la teníamos que devolver. Arrancamos con una mesa”, relató.

Enumeró algunos de los primeros trabajos que hicieron. “Acá éramos unos cavernícolas como se mostraba comunicación. Nosotros tratamos de traer otras cosas, de mostrar que la comunicación visual es mucho más amplia”.

“Mi amigo de toda la vida”

El diseñador gráfico manifestó en Juan Pablo Aguilera, su “amigo de toda la vida” los visitaba en Santa Fe cuando “llevaba a su sobrino Bruno a jugar en Unión”. “Aprovechando que estaba en Paraná, y ya estaba con su cuñado, le pedí que por sus relaciones que nos presente gente, que teníamos ganas de laburar, que éramos jóvenes y necesitábamos trabajo. Al principio nos manejábamos de modo informal”.

En 2004 Sena se inscribió como monotributista. “Necesitábamos dar un salto. La guita que nos prestaron los papás de Maxi la usamos para alquilar. Por su parte los padres compraron un terreno y estaban construyendo un supermercado. Usamos esa escritura como garantía para el alquiler”, declaró. “Entendimos que íbamos a necesitar más personas. El espacio físico siempre es necesario para lonas y ploteos y nos dimos cuenta que íbamos a necesitar más personal. Trajimos dos chicos de Santa Fe, Mónica y Javier, sumamos a Nahuel que estaba en calle Illia después sumamos a Luciana, y  Alejandro de manera intermitente porque él tenía su laburo en la Policía”, dijo.

Agregó que Luciana Almada trabajaba en LT14 de productora y quería salir. “Le fuimos claros que nadie se iba a enriquecer. No iba a haber feriados ni fines de semana, ni límites de horario”.

Después mostró en la pantalla de la sala algunos trabajos, entre los cuales pasó la gigantografía por el 24 de marzo que se colgó en el frente del Consejo General de Educación (CGE). Dijo que ese fue un trabajo que le encargó el publicista Rosario Ignacio La Barba. Agregó que hicieron trabajos para Neogame que se quedó con la explotación de Casinos en Paraná.

Se quejó del nombre público que tomó la causa. Remarcó que nunca tuvo imprenta y que siempre se relacionaron con imprentas de Santa Fe y Buenos Aires. “La única máquina que tuvimos fue una calesita de serigrafía”.

Relató que después se quiso “meter en publicidad”. “Sabía que tenía las herramientas. Averigüé qué había acá y estaba Bustamante y Urbana Vía Pública. Bustamante ofrecía un soporte que era un chapón verde y el de Vieira era amarillo”, señaló. Añadió que su socio inicial, Maximiliano Sena no tenía interés de seguir con él, entonces investigó también sobre carteles publicitarios en rutas. Ahí conoció a Fernando Montañana.

El nacimiento de Tep

“Empecé a analizar el costo de meterme en la cartelería de ruta. Tenía que hacer inversión de cartel, charlar a los dueños de campos. En enero de 2008 me inscribí como responsable y facturé un año. En 5Tipos el núcleo fuerte éramos Maxi y yo. Pero ahora necesitábamos más gente. Entonces le dije a Luchi -por Luciana Almada- que la necesitaba en la sociedad. Ella estudió marketing y sé que manejaba personas en su trabajo anterior. Necesitaba de su humanidad para comprender a las personas. Le pedí que forme algo conmigo. Ella me contestó que sabía que éramos muy amigos con Juan y que a veces la amistad no va de la mano del trabajo. Me dijo que iba a hablar con él”, relató.

También se lo pidió a su amigo Aguilera en una pesca en La Paz. “Sabía que en un punto, Juan ayudaría a su mujer por sus relaciones. Muchos hablan de Corina -Cargnel- como el cerebro pensante de esta banda de delincuentes, pero ella no tiene nada que ver con la formación de las empresas”, defendió.  

“Tep nace como empresa de comunicación visual y servicios. Me di cuenta que necesitaba espacio físico mayor, herramientas y maquinarias. Desarrollé mi relación con Alejandro. Me iba a la casa de sus padres y siempre cruzaba por este lugar que decía alquilo-vendo. Era un galpón abandonado y averigüé cómo podía acceder al dinero para comprar el edificio. Mis padres no tenían dinero, con Maxi habíamos hecho la separación. Averigüé en el banco, pregunté qué necesitaba para tomar un crédito. Compré el galpón en 220 mil pesos con un crédito hipotecario del banco Bersa”.

Tres años después, Giacopuzzi pidió otro crédito al banco y compró una casa para oficinas y le sobró dinero para adquirir un pantógrafo, una herramienta específica para cortar metales. “Todo lo que fue el bicentenario de Paraná lo resolvimos con Tep”, admitió. “Siempre me rodee de gente muy competente. Ingenieros, arquitectos” y según dijo, eso le dio una ventaja comparativa.

El negocio creció y alquiló un galpón en el Parque Industrial de Paraná, donde comenzó a desarrollar arquitectura publicitaria. Contó que hizo trabajos para Diamante, Feliciano, entre otros.

“El 1 de agosto de 2016, cuando me allanan en calle Racedo y el galpón del Parque Industrial todo empezó a ser cuesta arriba. Todo me lo gané solo aunque me acompañaron muchos. Rompí contrato con el Parque Industrial porque la gente que me lo alquilaba no quería estar en relación conmigo, los entendí porque fueron imprudentes, violentos, no dimensionaron el poder que tienen y el daño que hacen”, criticó.

Agregó que quedó con muchos trabajos sin cobrar y que la investigación lo impulsó a cambiar de rubro. Me acusan de ser testaferro de Aguilera. La Fiscalía dijo que demostraría que las empresas Tep y Next fueron creadas por Aguilera en 2009, para centralizar la publicidad en la vía pública. Dicho así parece que caí en paracaídas en 2009. Soy un titular de empresa que lejos está de ser testaferro, que lo único que hice fue laburar todos los días, levantarme a las 6 de la mañana y cumplir con mis clientes, romperme el lomo. No soy testaferro de Juan Pablo Aguilera”, reafirmó.

“Si Juan Pablo me estaría favoreciendo, no encuentro el nexo conductor. Porque hay órdenes de publicidad que cobré 1 año y 4 meses después de facturado el trabajo. Y en el medio tuve que seguir trabajando, viviendo. Lo que facturé al Estado es un porcentaje de mi facturación total, es un 28 o 30 por ciento. No encuentro sentido a la acusación, nunca la entendí”, declaró.

Después explicó por qué se habla de devoluciones en los correos electrónicos, por ejemplo una comunicación entre Corina Cargnel y Fernando Montañana. “Montañana me está diciendo que me va a compensar con el 58,63 por ciento un trabajo que estábamos haciendo. Eso es un acuerdo entre privados sobre determinado trabajo. Teníamos un pacto de caballeros que cuando realizábamos un trabajo, depende si éramos cliente o proveedor, se cobraba o pagaba cuando salía el pago. Fernando me decía por ejemplo Carrefour está por hacer publicidad y entonces pedíamos un adelanto para los insumos y demás. Las compensaciones parecen ser un delito entre los que tenemos cuenta corriente. Son compensaciones y nada tienen que ver retornos”, agregó.

“Los medios gráficos nos trataron de manera violenta”

Giacopuzzi se quejó del tratamiento mediático del megajuicio. Recordó aquella audiencia del 28 de octubre, cuando la fiscal Patricia Yedro le preguntó al estrechísimo colaborador de Aguilera, Raúl Galarza, si sabía por qué el dueño de la empresa Tep cobraba más que la contadora, Corina Cargnel, a partir de la información asentada en las planillas contables.

“De la manera violenta que los medios gráficos nos trataron, la cantidad de títulos, tapas, no se medía qué podía llegar a pensar un padre o un hermano. Cuando mostraron planilla con sueldos, yo tenía un sueldo de diseñador gráfico en la empresa. Pero me llevaba mi parte de ganancias”, aclaró. “Según algunos medios cobraba menos que la contadora Cargnel, pero la realidad muestra otra cosa, la verdad mejor dicho”, reforzó.

Juan Pablo Aguilera. (Foto: ANÁLISIS)

Megajuicio: Juan Pablo Aguilera, con un rol gerencial en la empresa Formato Urbano

Relaciones

También refirió al vínculo con Gustavo Pereyra, empleado del PJ que se ocupaba de seguir todos  expedientes de publicidad en el exMinisterio de Cultura y Comunicación, como favor a algunas empresas, entre ellas Formato Urbano. “Le pedí colaboración a Gustavo Pereyra por el gran desarrollo administrativo que tenía. Le tengo afecto a Pereyra porque desarrollamos una relación humana. Por esas colaboraciones tenía que cobrar algo”.

Remarcó que a la contadora Cargnel la conoció en el estudio de Silvina Ferreyra. “Tengo una relación que trascendió lo laboral. Ella no tiene nada que ver con la creación de las empresas. Arrancó conmigo a mediados de 2011. Tep se creó en 2009 y 5Tipos en 2004. Ninguno de los dos viene de cura de oro, lo que logramos es en base a sacrificios. Me identifiqué con ella en la parte humana. Lo principal era la confianza y ella me daba confianza porque para ciertos temas yo tenía limitaciones. Estaba con ella entre 9 y 10 horas por día. Por la imputación se quebró la relación en lo laboral, pero por la imputación nos unimos en lo humano”.