De ANÁLISIS

Jorge Julián Christe, condenado por el femicidio de su pareja Julieta Riera, se manifestó ante la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia (STJ). Fue en el marco del recurso de impugnación extraordinaria que interpuso su abogada Mariana Barbitta, tras la confirmación de la condena a prisión perpetua.

La audiencia fue este lunes desde las 9.30 ante los vocales de la Sala Penal Claudia Mizawak (presidenta), Miguel Ángel Giorgio y Daniel Carubia. En la instancia, la abogada Barbitta (que asumió la defensa de Christe después que se presentara el recurso de Casación contra la sentencia de primera instancia), oralizó la impugnación extraordinaria interpuesta en la causa. Pidió que se anule la confirmación de la condena y se absuelva a su pupilo.

Después de un cuarto intermedio, contestó el representante del Ministerio Público Fiscal (MPF), Ignacio Aramberry. Solicitó a la máxima instancia penal entrerriana que acredite las decisiones judiciales precedentes y sostenga la prisión perpetua del joven.

El 15 de abril de 2021 un jurado popular declaró a Jorge Julián Christe culpable del femicidio de su pareja, María Julieta Riera, ocurrido el 30 de abril de 2020, cuando la arrojó por el balcón del 8° piso del edificio del Instituto del Seguro ubicado en Peatonal San Martín, de Paraná, frente a Plaza de Mayo. Christe fue hallado culpable del delito de homicidio triplemente agravado por el vínculo, alevosía y violencia de género.

Christe, que asistió a la audiencia, tuvo la palabra en último lugar. Hizo manifestaciones durante casi una hora. Para cerrar su exposición se levantó del asiento y juró por su hijo y la tumba de su abuelo: “Yo no golpeé esa noche a Julieta, no la tiré por el balcón. Digo la verdad”.

“Me parece una imprudencia imputarme de homicidio”, dijo Christe este lunes por la mañana, quejándose de la investigación que realizó la policía y peritos oficiales. El joven apuntó contra las pruebas que apuntalaron la hipótesis acusatoria y, posteriormente, la decisión de segunda instancia que confirmó la condena del jurado popular.

“El fiscal me acusa de haberle provocado 35 lesiones a Julieta y creo que ella tenía 37. Pero ella se cayó y fue golpeando en la caída, y en el departamento no se vio una sola gota de sangre. En el departamento tampoco encontraron cerveza derramada, las sillas estaban bien, la pantalla del televisor estaba sana. Es una imprudencia imputarme de femicidio, de haber matado a la mujer que amaba”, aseguró.

Christe refirió también a la recusación que presentó contra la vocal de Casación, Marcela Davite, que fundamentó el voto que confirmó la condena. “La recusé porque se metió en el fondo de la cuestión y valoró mi acción posterior al hecho. Además, cuando me otorgaron la domiciliaria fue la única que votó en contra. Eso me generó mucha desconfianza desde el principio”.

En otro tramo de su exposición, Christe dijo que Julieta Riera (la joven era su novia y antes de morir advirtió a sus vínculos que era víctima de golpizas y violencia de género por parte de Christe), “esa noche tomó alcohol y también consumió cocaína”. “La vi lúcida y despierta. ¿Cómo dicen que estaba indefensa y después dicen que me produjo lesiones? Pónganse de acuerdo”, interpeló. Así contestó porque los informes médicos sostienen que ambos se rasguñaron en una pelea, un forcejeo que terminó con el asesinato de Julieta, según la hipótesis acusatoria.

“Desde que estoy preso, estoy tratando de demostrar que soy inocente”, acotó y más adelante sostuvo que no pudo “ni sufrir por mi pareja, porque estoy en la cárcel”.

“No existe arbitrariedad”

El fiscal Ignacio Aramberry contestó a la defensora de Christe y defendió el voto de Casación.  “Se contestó de manera prolija todos los agravios presentados por la defensa”, acotó.

Dijo que en “la etapa de juicio se pretendió decir que el jurado fue influenciado por los medios de prensa para fallar del modo que lo pretendió Fiscalía, que era instalar la idea del femicidio. El jurado popular es la mayor garantía para el imputado”, acotó.

Aramberry sostuvo: “Si vemos el voto de la jueza al que adhirieron sin objeciones los integrantes del tribunal, constituye un análisis razonado de la sentencia. Entendemos que el temor de parcialidad está vacío de sustento”.

En referencia a la caída de Julieta Riera del octavo piso del edificio del Instituto del Seguro (donde convivía con Christe), la autopsia y las lesiones en el cuerpo de la joven, “la defensa hace interpretaciones parciales a diferencia de la sentencia”. “La cuestión de que personas que no fueron testigos presenciales del hecho no hayan escuchado gritos o peleas, no quiere decir que el no hubo agresiones”, marcó el fiscal y dijo: “Entiendo que ataquen el informe de la autopsia porque el médico estuvo declarando durante tres horas y respondió todas las preguntas. Es una prueba fundamental para la acusación”.  

Más adelante el fiscal señaló que la defensa de Christe tuvo “absoluto contralor” durante todas las etapas de la investigación y el juicio. “Se apuntan todos los cañones al informe del doctor Bruner porque es una prueba de cargo importante, entonces se entiende”.

Además se ocupó de responder sobre la foto que apareció en el Power Point, en el debate. “Esa foto no tiene la relevancia que pretende darle la defensa, la fiscalía la desconocía hasta el debate, no formó parte del acuerdo probatorio y no fue considerada por el juez”, respondió.

Aramberry refirió también al cuestionado contexto de violencia de género en el que estaba inmersa Julieta Riera. “Hasta la madre y hermana de la víctima vieron las lesiones en su cuerpo. Actualmente la madre se reprocha haberla dejado seguir con la relación, incluso conociendo esta situación. Hasta hubo un vecino que la vio lesionada a Julieta. Están los mensajes de texto que Julieta le envió a la madre del imputado con el teléfono de él, porque ella no tenía celular. Entonces agarró el teléfono de él cuando estaba dormido y le pidió auxilio a la madre de él y le envió fotos con moretones”, recordó el fiscal.

(Fotos: Poder Judicial)