El periodista de Rosario, Germán De los Santos, se refirió a la fuga de 16 detenidos de la comisaría de barrio Tablada, y describió la realidad de la ciudad en cuanto a seguridad.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio Plaza), De los Santos indicó que “no es la primera vez que sucede, es por lo menos la tercera vez que se fugan presos y tiene que ver con una sobrepoblación carcelaria pasmosa”. Al respecto, indicó que “hay un dato revelador, por día se incrementan cinco presos al sistema, que en el año te da más de 1800 presos nuevos”.
Graficó que “la cárcel más grande de Santa Fe es la de Piñero que ahora están agrandando; hoy tiene 6.000 plazas y llegará a 10.000. Va a ser una ciudad prácticamente”.
En este marco, planteó que “la política criminal del gobierno que tiene que ver con un despliegue mucho mayor de fuerzas de seguridad, de Gendarmería, y de fuerzas federales, está generando también –aunque no se ve en la vida cotidiana- una cantidad de detenidos que el propio Estado no tiene lugar dónde ponerlos. Por eso las comisarías, que no están preparadas para alojar presos, están abarrotadas de gente y hay sospechas de que cada tanto los propios guardia cárceles que son policías, dan una ayudita y se fugan todos, como ocurrió este fin de semana”.
Aclaró que “los fugados no son presos peligrosos, no son sicarios, porque con esos hay un trato especial. En la cárcel de Piñero, hay seis pabellones de alto perfil, que es como el eje de la política penitenciaria de este gobierno, es decir que es una cárcel casi entera de gente que en su mayoría son sicarios. La banda de Los Monos solamente tiene tres pabellones que son casi 300 personas presas”.
Consultado por los cambios ejecutados en las cárceles, el periodista indicó que “casi un 70% de la cárcel de Piñero concentra a los presos más peligrosos, a los de alto perfil, que tienen condenas muy elevadas y que son gente que pertenece a las bandas. Lo que hacen internamente para tener un control, y es lo que, según ellos, les está funcionando, es dividir a los presos por bandas. Entonces, hay dos pabellones y medio donde están los lideres de Los Monos, hay un pabellón entero de la banda de René Ongaro, por otro lado, juntaron a los opositores de Los Monos. Cada pabellón tiene 105 presos. Además, hay controles muchos más severos en el acceso a la cárcel, con escáneres donde pasan las cosas de las visitas, un escáner personal y una inspección manual, donde permanentemente están encontrando celulares, droga, etc”.
“Lo que dice la provincia es que hoy se cortó el ingreso de celulares a las cárceles y el sistema que bloquea la señal está funcionando. Y lo que dicen los fiscales que están investigando causas y tienen intervenidos los teléfonos es que antes se escuchaba hablar a los presos todo el tiempo, y ahora hay menos”, acotó.
En este contexto, mencionó que “los homicidios bajaron un 65% y creo que hay varias cosas que influyen; el gobierno dice que esto es por la política penitenciaria, donde se generaron mayores controles, restricciones, hoy las cárceles no son más la oficina del crimen como se las describía hasta el año pasado. Yo creo que hay una decisión de las propias bandas, que tiene que ver con una especie de negociación permanente por la venta de drogas, que ellos decidieron no matar más. Lo que hay es una ausencia de enfrentamientos en las calles y eso es por una decisión que tomaron los propios grupos criminales. En el propio Ministerio de Seguridad dicen que hay un nuevo paradigma: si vendés droga, no pasa nada, pero si matás, se pudre todo”.
El caso Loan
Respecto de la desaparición del pequeño Loan Peña en Corrientes, De los Santos sostuvo que “es muy complicada esa causa porque se hizo todo mal intencionadamente”. “Las primeras dos semanas en las que estuvo la Justicia provincial, un fiscal que era ex comisario de Goya y la actuación de la policía dejan al descubierto que hubo una intencionalidad de encubrir esto. No se sabe por qué. Aparecen varios indicios, hay una veta que tiene que ver con la venta de drogas y el consumo de drogas en el campo, pero todavía no está firme si esto influyó en la desaparición de este chiquito”, explicitó.
“Hay toda una trama familiar y creo que ahí está la clave de todos. Hasta ahora no se rompió esa cobertura familiar, pero la jueza empieza a encontrar algunos elementos que tienen que ver con un encubrimiento de parte de la policía y de una mirada bastante atenta con los hermanos de Loan”, señaló.
En cuanto a los motivos de la desaparición, consideró que “se dan las cosas cruzadas, por un lado, la trata de personas, y por el otro, el tema narco. Hay una trama espesa que no termina de desentrañarse en la justicia porque inicialmente el fiscal que estuvo al frente, un ex policía, y el comisario de 9 de Julio, Walter Maciel que está preso actualmente tuvieron un comportamiento muy llamativo”
Finalmente, dijo que “a esta altura, me parece bastante remoto que el niño pueda aparecer. No veo que haya algún indicio, porque todos los peritajes que se han hecho nunca determinan que el chico salió de alguna forma de ahí”.