Las primeras versiones del caso indican que el agresor, que se desempeña como inspector en el destacamento de El Morro pero estaba de franco, ingresó en aparente estado de ebriedad pasadas las 4 de la mañana.
El gobernador informó que el detenido "es un oficial de años de antigüedad" que, si bien desarrolla su actividad en la localidad vecina, vive en Naschel. "Ingresó al boliche primero con su esposa, se retiró, luego volvió y ahí fue cuando se desencadenó toda esta tragedia", relató.
Poggi dijo que el deceso del comisario Julio Marcelo Barrios y de Fernando Brizuela, un camionero que estaba en el local en ese momento, "fue inmediato" y que junto con todos los miembros de su gabinete se focalizan ahora en brindar "apoyo" y "contención" a las familias de los heridos.
"La jueza ya ordenó la extracción compulsiva de sangre para determinar si había ingerido alcohol o drogas", declaró esta mañana el ministro de Seguridad de la provincia, Martín Olivera.
Taltenca está hospitalizado y a disposición de la Justicia, junto con el arma incriminada, dijo el titular de la Unidad Judicial 13, comisario Ítalo Amaya. Explicó, además, que el policía "disparó a mansalva"; y que en el intento de reducirlo, el comisario de Naschel Julio Barrios murió, consignó Infobae.
Una testigo del hecho llamada Milagros, de 17 años, recibió un balazo en una de sus piernas, pero no reviste gravedad. En declaraciones a la prensa, relató el escalofriante momento en el que el agresor ingresó a la disco: "Empezamos a escuchar gritos y nos metimos en el baño de mujeres. Tenía un arma y disparó 16 tiros. Estábamos todos tirados en el suelo. No hubo ninguna discusión dentro del boliche, pero dicen que tenía un problema de antes con el comisario".
El jefe de Bomberos de la localidad de Renca Carlos Nollac casualmente se encontraba en la disco Natacha en el momento en que se desató la tragedia. "Al principio nadie entendía nada, no sabíamos qué pasaba. Lo primero que se me cruzó fue que alguien había tirado un petardo por hacer un broma. Pero después vino una seguidilla de tiros interminables. No sé explicarlo, fueron los 40 o 50 segundos más eternos de mi vida", dijo esta mañana al sitio Infomerlo.
El dueño del boliche, Martín Estrada, dijo que lo que pasó fue "de película". "Cuando lo veo venía tirando sin control, le tiraba a quien se le cruzara", agregó.
Foto: Diario La República.