Lola Montero, diseñadora de alta costura, celebra dos décadas de trabajo en diseño y moda.
La diseñadora de alta costura Lola Montero, nacida en Paraná y radicada desde hace años en Oro Verde, celebrará sus dos décadas de trabajo con dos actividades abiertas al público que unirán moda, arte e historias. Los eventos se realizarán el viernes 5 y el sábado 6 de diciembre en el Museo Conrado Hasenauer y en el Paseo de los Trenes, respectivamente, ambos espacios ubicados en la localidad donde la creadora instaló su taller. La propuesta incluye una muestra interactiva y un desfile que buscarán repasar su trayectoria, mostrar sus colecciones más difundidas y explicar por qué eligió este modo de trabajar con la técnica artesanal, las referencias históricas y las experiencias culturales acumuladas en viajes por distintos países.
La primera jornada será el viernes 5, a partir de las 21, cuando se inaugure en el Museo de Oro Verde una exposición que reúne piezas que formaron parte de las colecciones presentadas en las últimas dos décadas. Varias de ellas recorrieron ciudades de Turquía, Kazajistán, España y Uruguay, en pasarelas y eventos que fortalecieron la visibilidad internacional de su nombre. Según explicó Montero, la muestra incluirá fotografías, videos y un espacio interactivo donde el público podrá escuchar de primera mano el relato de su historia profesional y personal. Durante la actividad se realizará también una entrevista en vivo, transmitida por redes sociales, en la que el público podrá formular preguntas y conversar con la diseñadora sobre su obra y su proceso creativo.
El sábado 6, también a las 21, el Paseo de los Trenes de Oro Verde se convertirá en una pasarela al aire libre para presentar sus colecciones más recientes, junto con diseños representativos que marcaron distintos momentos de su carrera. Según adelantó la modista, el desfile mostrará nuevamente la combinación de culturas, técnicas y estilos que se volvieron características de su firma. En la actividad se podrán ver prendas construidas con bordados artesanales realizados a mano, recurso que Montero considera su indispensable en su estilo a la hora de crear algo nuevo.
En una entrevista que dio al programa Cosas que Pasan, de Radio Plaza, Montero repasó el origen de estos dos eventos y la decisión de celebrar los 20 años de trabajo en Oro Verde, la ciudad donde vive actualmente. Contó que el eslogan que eligió, "20 años de historia, arte y moda", responde tanto a su recorrido como diseñadora como a su formación en Historia y Arte. Señaló que unir esas pasiones en un mismo proyecto le permitió darle una identidad particular a su trabajo.
Durante la entrevista relató que su vínculo con la moda nació en su infancia, cuando observaba a su madre, su abuela y sus tías coser en el taller familiar, oficio que había llegado a la Argentina con su bisabuela italiana, cuya máquina de coser era el objeto central del hogar. Recordó que su primer acercamiento al diseño fueron los vestidos que confeccionaba para sus muñecas o para sus primas más chicas, y que con el tiempo comprendió que ese camino era más que un juego. Esa tradición artesanal se transformó en la base de su identidad profesional y en la técnica que más la distingue.
A lo largo de la conversación también habló de las dificultades que enfrentó en los inicios y del modo en que fue construyendo un espacio propio dentro de un mercado donde, como señaló, "hay gente muy capaz y el desafío es encontrar ese hueco donde uno pueda mostrar algo diferente". Mencionó que recién después de muchos años de trabajo constante empezó a ver los resultados. También explicó que las redes sociales se volvieron una herramienta decisiva para su crecimiento, especialmente desde la pandemia, cuando comenzó a compartir de manera más activa procesos, colecciones y experiencias que antes no mostraba. Ese cambio amplió su llegada y la conectó con públicos de otros países.
Uno de los momentos bisagra ocurrió en 2023, en un desfile realizado en el Centro Provincial de Convenciones de Paraná, donde presentó una colección inspirada en la música del cantante kazajo Dimash Kudaibergen. La propuesta se viralizó y el impacto fue inesperado, ya que comenzó a recibir mensajes, invitaciones y contactos desde distintos lugares del mundo.
En el diálogo también se refirió a los desafíos que enfrenta la industria frente al avance de marcas internacionales que producen indumentaria a gran escala, con precios muy competitivos, pero con fuertes cuestionamientos por el impacto ambiental y las condiciones laborales de quienes las fabrican. Sobre ese punto, Montero expresó su preocupación por el descarte rápido de prendas y por las prácticas de producción que perpetúan situaciones de explotación. Afirmó que su modo de trabajo busca sostener la artesanía y ofrecer alternativas que respondan a valores distintos, donde cada pieza tenga una historia y una identidad propia.
Consultada sobre la diferencia entre el público argentino y el europeo o asiático, explicó que en muchos países el bordado a mano forma parte del vestuario cotidiano y es valorado de otro modo, mientras que en Argentina suele reservarse para ocasiones especiales. También señaló que los costos de este tipo de trabajo artesanal dificultan su acceso, pero que aun así espera que en el país crezca el interés por este tipo de propuestas. Agregó que uno de sus deseos para el próximo año es ampliar su llegada en Argentina, además de avanzar con nuevos proyectos como el diseño de indumentaria masculina, área en la que comenzó a trabajar recientemente.


