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Descubrieron impactos de bala de la Segunda Guerra Mundial en la estatua de la Virgen de Marsella

Durante la restauración de la emblemática estatua de la Virgen con el Niño, conocida como la Bonne Mère y situada en la cima de Notre-Dame de la Garde en Marsella, un equipo de especialistas descubrió siete agujeros de bala ocultos en la estructura de cobre y hierro.

Estos daños, hasta ahora desconocidos, datan de la Segunda Guerra Mundial y fueron infligidos por tropas alemanas en 1944, poco después de la liberación de la ciudad. El hallazgo se produjo casi al final de un proceso de restauración que se extendió durante cinco años e incluyó el dorado de la superficie de la estatua por primera vez desde 1989, según detalló Andy Battaglia.

La estatua, de casi 11 metros de altura y más de 9.000 kilos de peso, permaneció oculta tras andamios desde febrero hasta finales de octubre de 2023. Durante este periodo, el arquitecto jefe e historiador de arte Xavier David, responsable de la restauración, instaló una luz intermitente dentro del andamio para simular el latido del corazón de la Virgen, con el objetivo de subrayar la ausencia sentida por los habitantes de Marsella.

Los impactos de bala se localizaron en distintas partes de la escultura: cuatro en la mano, el brazo y el vientre del Niño Jesús, y tres en el cuerpo de la Virgen. El equipo de restauración identificó estos daños mientras preparaba la superficie para el nuevo dorado, tras retirar capas de pintura y oro acumuladas durante décadas.

Los agujeros habían sido rellenados y ocultados en restauraciones anteriores, lo que llevó a que su existencia se olvidara con el tiempo. El contexto histórico de los disparos se remonta a agosto de 1944, cuando Marsella fue liberada de la ocupación nazi por tropas de Senegal, Marruecos, Argelia y Francia.

Xavier David explicó a The Art Newspaper que, tras la liberación, la ciudad vivió un momento de euforia, pero la calma fue breve: "Durante tres días y tres noches, unidades de artillería alemana estacionadas al pie de la colina, en el fuerte de San Nicolás, dispararon contra la iglesia. Perforaron el campanario, rompieron vidrieras, destruyeron el mosaico del techo y dispararon contra la estatua".

Tras la guerra, solo se realizaron reparaciones superficiales; los mosaicos destruidos se sustituyeron por murales y los agujeros de bala se rellenaron sin documentar el daño original.

La restauración de 2023 abordó tanto los daños históricos como los problemas derivados de la corrosión por la exposición al aire marino y la contaminación urbana. La estatua había sido dorada siete veces desde su instalación, pero nunca se había evaluado el impacto de la sal en el metal. David señaló que, para su sorpresa, detectaron una concentración de sal tres veces superior a lo esperado, a pesar de las capas protectoras.

Para proteger la escultura durante el proceso, la cubrieron con una lona hermética y climatizada. La empresa parisina Ateliers Gohard se encargó del nuevo dorado, con el objetivo de garantizar una vida útil de entre 40 y 50 años para la restauración. David subrayó que la durabilidad del dorado depende de la preparación minuciosa de la superficie antes de aplicar la hoja de oro.

Durante la intervención, el equipo también retiró la corona de la Virgen, de 1,2 metros de diámetro y 120 kilos de peso, y constató un avanzado estado de corrosión en la estructura interna. Para su reparación, recurrieron al metalista local Thomas Pagès, conocido por su trabajo en la restauración de los apóstoles de Notre-Dame de París.

Además, se aplicaron técnicas de bioconsolidación en los cuatro ángeles de piedra que flanquean la terraza de la basílica, utilizando compresas de arcilla y productos bacterianos para reforzar la piedra, según explicó David a The Art Newspaper. La Virgen con el Niño es un símbolo protector para los marselleses, visible desde el mar a más de 20 kilómetros de distancia en días despejados.

Su restauración y el descubrimiento de los daños de la guerra han tenido un fuerte impacto en la comunidad local. La reinauguración de la estatua, prevista para el 7 de diciembre de 2023, incluyó la colocación de la corona restaurada mediante helicóptero, un momento que fue recibido con aplausos y emoción. Xavier David destacó la importancia de la estatua para la ciudad y la emotividad de devolverle su esplendor tras décadas de reparaciones superficiales.

En la ceremonia previa a la reinauguración, un funcionario agradeció al equipo de restauración y celebró el renovado vínculo entre la ciudad y su icónico monumento, resaltando el lugar especial que la Bonne Mère ocupa en el corazón de Marsella y de quienes participaron en su recuperación.

Fuente: Infobae

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