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El narcotráfico y el “Plan Paraná”: Entre Ríos abarca gran parte del anunciado despliegue de fuerzas en el río

El hallazgo ocurrido la semana pasada en el parque costero de la zona norte de Paraná reveló la vulnerabilidad de todas las costas entrerrianas para las operaciones del narcotráfico regional o trasnacional que se vincula con bandas locales.

Además, en los Departamentos La Paz, Diamante y Victoria también se han registrado episodios que demuestran que el río Paraná es hoy por hoy la principal vía de abastecimiento de drogas, sea de bandas que actúan en esta provincia como en las provincias limítrofes, así como de aquellas organizaciones que buscan llegar sobre todo a los puertos de Rosario para embargar cargas clandestinas con destino a Europa o África.

Como en todos los casos los cargamentos de cocaína y marihuana parten desde Paraguay, el río Paraná es un solo problema para quienes investigan o buscan desarticular estos envíos de droga en barcazas.

Hace unas semanas, el Ministerio de Seguridad de la Nación lanzó lo que denominan el Plan Paraná, con el objetivo de mejorar el control integral de la Hidrovía Paraná–Paraguay, “a fin de prevenir, detectar y desarticular actividades ilícitas de contrabando, narcotráfico, trata de personas y lavado de activos, reforzando la seguridad interior y la cooperación interagencial”.

Van a actuar tanto las fuerzas federales: Gendarmería Nacional Argentina, Prefectura Naval Argentina, Policía Federal Argentina, Policía de Seguridad Aeroportuaria como organismos nacionales: Dirección Nacional de Migraciones, Dirección General de Aduanas y ARCA, así como la Justicia Federal y la ordinaria de cada provincia.

Para ello se conformaron “polígonos” para subdividir los 3400 kilómetros de extensión de los ríos Paraguay y Paraná. Entre Ríos abarca cuatro de esos seis polígonos:

El tercero que va desde Bella Vista (provincia de Corrientes) hasta y La Paz; el cuarto abarca desde La Paz hasta Paraná; el quinto, desde esta capital provincial hasta San Nicolás (provincia de Buenos Aires); y el sexto, desde San Nicolás hasta la zona de Ibicuy por el Paraná Guazú.

Resta saber cuál será el éxito de este programa en el corto, mediano y largo plazo, cuando las grandes, medianas y pequeñas organizaciones delictivas siempre encuentran las formas de trasladar sus mercaderías de un punto a otro, y en cada localidad y en cada barrio pareciera que lo que nunca falta es la droga.

Se trata de una apuesta por el lado de la fuerza y de la investigación criminal, con importantes inversiones. Vale decir, mientras la Sedronar y los organismos de salud que están para prevenir o tratar las adicciones se siguen desfinanciando. Es otro aspecto de esta batalla que también hace mucho tiempo que se está perdiendo.

Para conocer al respecto de qué se trata este Plan y qué se va a observar en Entre Ríos de este despliegue operacional, Cuestión de Fondo dialogó con el Secretario de Lucha contra el Narcotráfico y el Crimen Organizado del Ministerio de Seguridad de la Nación, Martín Verrier, quien definió: “El plan Paraná es un plan diseñado y dispuesto tanto por la anterior ministra y hoy senadora Patricia Bullrich, como actualmente por la que entonces era la secretaria de seguridad, la doctora Alejandra Monteoliva, hoy nuestra ministra. El objetivo es reforzar la frontera noreste de nuestro país en un punto muy vulnerable que es justamente la Hidrovía y los límites que tenemos con los países vecinos del noreste, especialmente Paraguay y Brasil”.

—¿Qué se va a poder observar en Entre Ríos, teniendo en cuenta que últimamente, en los últimos años, las sedes de prefectura han tenido poco personal, que se traduce en la carencia de control?

—El plan se lanzó en octubre, siendo Isla Cerrito, en Chaco, el punto de lanzamiento. Nosotros tomamos todo lo que es el control, a donde apunta el plan, de forma sistémica. Esto quiere decir que no subdividimos provincia por provincia, sino que la implementación de los recursos y las estrategias atacan la explotación que hace el crimen organizado de la hidrovía y los lugares conexos como sistema. Este es el mismo enfoque que tenemos en el refuerzo que hemos dispuesto a partir de la puesta en funcionamiento del plan Paraná.

Se incluyen cinco embarcaciones de prefectura que antes no estaban, incluyendo el refuerzo con unidades de SALDAC, como así también el despliegue de nuevas brigadas investigativas orientadas a desarticular algunas de estas bandas que operan en los márgenes del río Paraná. Algunas de las cuales tienen que ver con el narcotráfico local, pero otras buscan potenciar o utilizar los puertos argentinos para la salida de la cocaína a Europa. Esta es una situación que nos preocupa mucho porque históricamente nuestro punto vulnerable siempre era más bien el noroeste, la frontera con Bolivia.

Sin embargo, desde hace unos seis o siete años vienen creciendo mucho las rutas desde el Paraguay, incluyendo las de cocaína, a pesar de que Paraguay no produce cocaína. Esto tiene que ver con la amplificación y el despliegue de los carteles brasileños. Esto explica también por qué vemos cada tanto algunas aeronaves que transportan y trafican cocaína, algunas de las cuales aterrizaron o se estrellaron en Entre Ríos, y tiene que ver justamente con esta metodología. El plan Paraná también apunta a atacar estas organizaciones.

Martín Verrier, secretario de Lucha contra el Narcotráfico de la Nación.

—¿Qué relación encuentran en las investigaciones entre estas grandes organizaciones, paraguayas y brasileñas, que utilizan la hidrovía y los grupos locales?

—En general, se trata de dos mundos que operan en diferentes niveles, pero tienen algunos actores que hacen de nexo. Por ejemplo, Julio Rodríguez Granthon, que estaba a cargo de los envíos aéreos de "Los Monos" en Rosario, era proveedor también de organizaciones internacionales. Me gustaría hacer una aclaración porque a veces se habla mucho de la Hidrovía. En términos del trabajo que hacemos, es principalmente preventivo. Cuando vemos el listado de puertos de salida de cocaína que arriba a Europa, los puertos argentinos no aparecen ni siquiera dentro de los primeros 20 puestos hoy en día. Cuestión que no podemos decir lo mismo de Asunción o inclusive de Montevideo. Nuestro trabajo es justamente para evitar que el día de mañana se exploten los puertos argentinos de la manera que se explotan otros. Sí ha habido antecedentes de la utilización de puertos argentinos para esto. En esos casos de tráfico internacional es donde entran en contacto estas bandas locales o clanes familiares locales y las organizaciones transnacionales.

—Tanto en la costa del Paraná como en la costa del Uruguay, se han detectado narcos locales y extranjeros que compran tierras con amplias costas ¿Cómo cree que se debe controlar ese aspecto que cruza las operaciones del transporte de la droga con el lavado de dinero y las inversiones inmobiliarias?

—Nosotros, para cada investigación de narcotráfico, iniciamos una investigación de lavado. Hay que ser sincero y decir que la investigación de lavado en general es bastante más lenta que la investigación que va sobre el narcotráfico y el análisis del delito vinculado al contrabando de la sustancia. Esto se debe a que es un delito más sofisticado, requiere análisis de documentación, trazabilidad de cuentas, y en algunos casos incluso se mezcla la cuestión de las criptomonedas. Sin embargo, es importante porque es el verdadero misil que le podemos poner abajo de la línea de flotación al crimen organizado, porque sin el dinero se vuelven débiles.

Con respecto al uso de tierras, esto es muy común. Recordemos el caso de Fín Castedo en Salta, quien había comprado campos linderos a Bolivia justamente para facilitar este accionar. Nosotros hemos reforzado la Ley de Seguridad de Fronteras, la cual dispone que hay una franja en las fronteras argentinas donde la compra y venta de propiedades está sujeta a una serie de controles y regulaciones del Estado. Es decir, ahí no puede comprar cualquier persona ni se puede disponer libremente de esas tierras, sino que tienen que ser utilizadas con determinados fines y exclusivamente por nacionales argentinos. Sin perjuicio de esto, hemos trabajado muy fuerte en Entre Ríos en lo que va de este año hasta octubre. Hemos incrementado 80% los procedimientos. La cantidad de detenidos aumentó 37%. Y en cocaína hemos aumentado significativamente más del 3.000% en conjunto con la provincia, que viene haciendo un muy buen trabajo a cargo de (el ministro de Justicia y Seguridad) Néstor Roncaglia y que muchas veces también actúa de forma complementaria con nosotros, incluso en algunos grandes casos de narcotráfico transnacional.

—¿Qué rol va a tener la provincia, a través de la Policía de Entre Ríos, en el plan Paraná?

—Tenemos dos ejes de trabajo en común con la provincia en este momento. En lo exclusivamente operativo, hay una coordinación donde, cuando nosotros actuamos en persecución de una organización específica, la provincia se encarga de las investigaciones conexas que van al menudeo de esa investigación principal. Por otro lado, tenemos también un marco de colaboración en materia de investigaciones conjuntas. Del mismo modo, también tenemos esquemas de capacitación e información policial, específicamente en narcotráfico y crimen organizado. De hecho, el año pasado hicimos una jornada muy importante en Paraná de capacitación de precursores químicos, drogas sintéticas y narcotráfico, que fue muy exitosa y es parte del programa del Gobierno Nacional de ponerse a disposición de las provincias y mejorar las capacidades en conjunto.

—Por último ¿cómo están controlando la infiltración de parte del narcotráfico en las diferentes fuerzas de seguridad?

—Uno de los impactos más graves del crimen organizado en general es la corrupción. Justamente sin corrupción, no habría gran parte del crimen organizado que sufrimos. El Ministerio de Seguridad tiene una serie de mecanismos que apuntan a reducir la posibilidad de que esto suceda. Esos mecanismos van desde el análisis patrimonial del personal hasta la habilitación de líneas seguras de denuncia, donde el personal subalterno o compañeros pueden denunciar situaciones como estas sin correr ningún riesgo ni administrativo ni legal por la denuncia. Lo cierto es que en este caso en particular no puedo hacer ninguna mención, pues es una investigación en curso, pero es una cuestión que el Ministerio trabaja activamente.

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