La Biblioteca Caminantes, un espacio que crece con el barrio
Por G. G. d. R.
La Biblioteca Popular Caminantes, en el sureste de Paraná, funciona desde hace más de dos décadas como un espacio social y cultural en permanente construcción. Está ubicada en calle Gobernador Antelo 1345, atravesada por la vida del barrio y por las demandas de una comunidad que encuentra allí un punto de encuentro, de formación y de creación colectiva.
“Este último tiempo la biblioteca viene teniendo una actividad cada vez más creciente”, comentó a ANÁLISIS, Ricardo “Lole” Rodríguez, uno de sus integrantes. La tarea central sigue siendo la promoción de la lectura, una labor sostenida desde hace 23 años junto a escuelas de la zona y otras instituciones. “Diariamente se consultan publicaciones, se llevan libros prestados y se promueve no solo la actividad escolar, sino fundamentalmente la literatura, la literatura entrerriana y la literatura infantil, aunque también contamos con literatura argentina y latinoamericana”, explicó.
Pero, Caminantes desborda el formato clásico de biblioteca y se asume -cada vez más-como un Centro Cultural Comunitario. De lunes a viernes por la tarde, el espacio se llena de niños, jóvenes y adultos que participan de talleres gratuitos de percusión, serigrafía, audiovisual, cine, teatro, podcast y otras propuestas que canalizan inquietudes artísticas y socioculturales del barrio. “Son talleres de libre participación, uno tiene que venir, inscribirse y empezar”, resumió Rodríguez.
En los últimos meses del año, la biblioteca fue escenario de actividades de fuerte impacto cultural y comunitario. Una de las más significativas fue la llegada a Paraná del grupo de teatro comunitario Catalina Sur, de La Boca. El 2 de noviembre pasado, con más de 80 actores en escena, presentaron “Venimos de muy lejos” en La Vieja Usina, a sala llena. “Ellos vinieron de manera gratuita, con la sola condición de pagarse el transporte. Nosotros garantizamos el alojamiento y la comida, y la organización fue colectiva”, señaló “Lole”. En esa articulación participaron -además de Caminantes-, Barriletes, La Rueda Teatro, Metamorfosis, la Compañía Teastral, Teatro del Bardo, La Salita de Perón, Almacén de los 33 y el Movimiento de Cultura Viva Comunitaria.
Talleres y protagonismo barrial
Otra postal reciente fue la muestra Jarana, que marcó el cierre anual de los talleres. La biblioteca colmada fue el marco para compartir lo aprendido durante el año. Hubo percusión con instrumentos tradicionales y fabricados por el propio taller, trabajos de serigrafía, producciones audiovisuales y de cine comunitario, y muestras de teatro infantil, juvenil, de adultos y de adultos mayores. “El teatro comunitario es una de las aristas culturales que más creció este año”, afirmó Rodríguez. Ese crecimiento se tradujo en un hito: el grupo de teatro comunitario de la Biblioteca Caminantes pasó a integrar la Red Nacional de Teatro Comunitario, que reúne a más de 60 elencos de todo el país.
Ese recorrido incluyó además la realización del primer Encuentro de Teatro Comunitario de Entre Ríos, con la presencia de referentes como Adhemar Bianchi, de Catalina Sur, y la participación de grupos de La Clarita, Santa Elena y otras localidades. En paralelo, continúan espacios como el Círculo de Mujeres, que se reúne todos los viernes, y el taller de podcast, desarrollado junto a estudiantes de la Facultad de Comunicación y con el acompañamiento de Radio Barriletes.
“Son herramientas de comunicación que permiten que las infancias tomen la palabra, cuenten lo que viven y lo que les pasa”, destacó “Lole”. Algo similar ocurre con los espacios de serigrafía y artes gráficas, donde las muestras dejaron ver cómo el hacer manual y colectivo sigue siendo una forma potente de expresión y aprendizaje.
El libro y la palabra
La biblioteca también se consolida como un lugar para la circulación del libro y la palabra. Susy Shock presentó en Caminantes su última publicación, ante un patio colmado. Además, a fines del mes pasado se presentó “La Menjunje”, una edición cartonera comunitaria seleccionada por el Feicac, con textos de vecinas y vecinos del barrio e intervenida gráficamente por niñas y niños de la zona. “Es una buena oportunidad para ver cómo lo gráfico y lo literario se desarrollan desde la biblioteca”, mencionó Rodríguez.
Las actividades continúan para cerrar el año y, a principios de este mes, el festival Bibliopalooza reunió a nueve grupos y solistas que participaron durante el año de las sesiones musicales grabadas mensualmente en Caminantes. “Es volver a encontrarnos con esos grupos que están en las redes, pero esta vez en vivo, con un repertorio más amplio y con el barrio como protagonista”, describió Rodríguez.
(Más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS, edición 1167, del día 18 de diciembre de 2025)


