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Limp Bizkit desató el caos y la nostalgia en el festival Loserville

Limp Bizkit dio un show en el Parque Sarmiento en Buenos Aires.

En medio del cansancio acumulado y a días de Navidad, miles de personas se congregaron un martes por la tarde en el Parque Sarmiento de Buenos Aires para ver a Limp Bizkit.

La banda, una de las más emblemáticas del rock alternativo de fines de los 90, que regresó al país por quinta vez, esta vez con festival propio, en el Loserville Tour, según se informó.

Con un clima ideal y puertas abiertas desde temprano, la jornada comenzó con un DJ set que preparó el terreno para una grilla variada y potente. Los californianos Slay Squad fueron los primeros en subir al escenario, según explicó la periodista Tatiana Cusato en Rock & Pop con su mezcla de hip-hop, metal y hardcore industrial, seguidos por Riff Raff y la arrolladora Ecca Vandal, quien sorprendió aún más cuando Fred Durst apareció de manera inesperada para cantar junto a ella “Cruising to Self Soothe”.

Con el sol cayendo llegó uno de los platos fuertes para los nostálgicos: 311. La banda estadounidense desplegó su inconfundible fusión de rock, reggae, rap y funk con clásicos como “Come Original” y “Beautiful Disaster”, además de su celebrado cover de “Love Song” de The Cure.

Ya entrada la noche, en una noche producida por producido por 30e junto a Fenix Entertainment, fue el turno de Bullet For My Valentine, que aportó el costado más pesado del festival con un set de metalcore intenso y agradecimientos constantes al público argentino y a los anfitriones de la velada.

Con una puntualidad quirúrgica, a las 22, los miembros históricos de Limp Bizkit aparecieron en escena y se sentaron de espaldas al público para ver un video homenaje al fallecido bajista Sam Rivers, en uno de los momentos más emotivos de la noche.

Luego, Richie Buxton fue presentado como bajista invitado para esta etapa de la gira, y el ritual quedó completo, ya que era hora del caos. El estallido llegó con “Break Stuff” y un saludo directo de Durst: “Hola mother fuckers”.

Desde ahí, el pogo no dio tregua y fue a un costado del escenario, que Wes Borland capturó todas las miradas con su vestuario extravagante, máscara de calavera y cresta fucsia, mientras desplegaba riffs demoledores sin perder precisión ni presencia.

El show avanzó sin respiros, con una estructura dinámica en la que DJ Lethal mantuvo la energía en alto entre tema y tema como“Hot Dog” con intro de Metallica, “My Generation”, “Rollin’”, “My Way”, “Re-Arranged” y un gran cover de “Sabotage” de Beastie Boys junto a Ecca Vandal.

Entre clásicos como “Behind Blue Eyes”, “Nookie” y “Faith”, llegó otro instante inolvidable cuando Durst invitó a un fan, Alan, a cantar “Full Nelson” en el escenario. El cierre fue tan intenso como simbólico con “Take a Look Around”, dedicada a quienes debían trabajar al día siguiente y por último “Break Stuff”.

 

Fuente: Noticias Argentinas. 

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