“Vamos a tener dos o tres años difíciles y no hay que volver a cometer el error de anunciar que en seis meses vamos a tener brotes verdes", analizó Moine sobre la transición a nivel nacional.
El exgobernador de la provincia y exintendente de Paraná, Mario Moine, analizó la situación nacional con vistas a la transición del gobierno. También se refirió a la grave crisis institucional, financiera y política de la Municipalidad de Paraná.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Moine consideró “importante el gesto que tuvieron (Mauricio) Macri y (Alberto) Fernández, porque durante la campaña y en el debate no se saludaron y eso habló mal de los dos y el continuar charlando durante esta semana es prioritario, porque la situación de Argentina es mala”.
“La asunción de un nuevo presidente genera expectativas positivas pero hemos anunciado las dificultades para pagar la deuda externa y en los próximos 60 días tenemos que encontrar un acuerdo para los vencimientos de los próximos dos o tres años, porque no estamos en condiciones de pagarlo lo que nos hace correr el riesgo de entrar en default y esto nos alejaría por lo menos por una década de cualquier opción de crédito internacional, y eso podría llevarnos a tener dos o tres años muy difíciles”, analizó.
De todas maneras, opinó: “Vamos a tener dos o tres años difíciles y no hay que volver a cometer el error de anunciar que en seis meses vamos a tener brotes verdes, porque lo que no se dice claramente es que el gobierno de Macri gastó en los primeros dos años 50.000 millones de dólares que tomó de crédito en la actividad privada y después vino el apoyo del Fondo Monetario Internacional porque teníamos un déficit de 25.000 millones de dólares atento a que gastamos más de lo que recaudamos. Por eso se chicanea que esa plata fue a parar a los amigos de Macri cuando en realidad fue a parar al déficit, que ahora ha disminuido bastante –tal vez a tres o cuatro mil millones - pero tenemos siete u ocho mil millones de dólares de intereses que no hay con qué cubrirlos, así que vamos a tener por lo menos dos años difíciles”.
En cuanto a las posibles soluciones a esta situación, consideró que “hay que encontrar la forma en que la oposición juego el rol que debe tener, pero que haya un acuerdo básico sobre qué queremos hacer con la economía de Argentina, porque por un lado hay una lectura del gobierno que se va –que se dice neoliberal- y el que viene –que se dice progresista- pero en la práctica actúan muy parecido todos los gobiernos, porque tenemos serios problemas de balanza comercial y con el déficit”.
En tal sentido, deseó que “ojalá que (Roberto) Lavagna que es una persona que genera confianza se preste por lo menos por dos años a acompañar este proceso, ya sea en un consejo asesor que tenga efectividad para que todas las partes: empresas, Estado y trabajadores a través de los gremios, establezcamos pautas de como manejamos el proceso inflacionario en los próximos 12 meses para pararlo”.
“En síntesis; sin duda que el gobierno que viene genera esperanza, veremos cuál es la posición a nivel internacional que toma Fernández, confío en que él va a gobernar y no creo que esté subordinado a Cristina Kirchner o a La Cámpora”, apuntó.
Sobre este último punto, describió: “Por experiencia digo, cuando uno es investido en el cargo es como que te baja el Espíritu Santo, tomás conciencia de la responsabilidad; que tenés un compromiso con tu país, tu provincia; que tenés que conducir, y es muy difícil que alguien estando como presidente se deje manejar por detrás o que le estén dictando cómo tiene que gobernar”.
Por ello, sostuvo que “vamos a tener un presidente que va a gobernar, puede haber diferencias con la vicepresidenta u otros sectores del peronismo, pero habrá un presidente efectivamente ejerciendo el cargo”.
Sobre la situación de las provincias, Moine advirtió que “van a tener un poco más de dificultades que antes, incluso teniendo el mismo signo de gobierno; porque el macrismo hizo mucho para que las provincias pudieran llevar adelante una administración equilibrada, en principio porque les autorizo a tomar créditos internacionales y ese será uno de los problemas que tendrán las provincias que se endeudaron porque en Entre Ríos se tomaron 500 millones de dólares cuando el dólar valía 15 o 20 y ahora vale 65, con lo cual una deuda que significaban 10.000 o 12.000 millones de pesos se han transformado en 30.000 millones de pesos”.
Por otra parte, apuntó que “la recaudación está caída, la inflación es del 55% y las provincias están recaudando el 43% y están comprometidas a pagar los incrementos salariales con la cláusula gatillo lo que genera una dificultad financiera muy fuerte. Y a eso hay que agregar el déficit de las Cajas de Jubilaciones que en nuestra provincia es de 800 a 900 millones por mes”.
En ese marco, definió que “el gobernador Gustavo Bordet tomó la medida de limitar el ingreso a la administración –que era del 3 o 4% de crecimiento por año y ahora es del 0,4 o 0,5%- y de este modo paró uno de los problemas que es el incremento permanente de la planta de personal con todos los inconvenientes financieros que ya arrastran las provincias”.
No obstante, “de tener provincias equilibradas vamos a tener provincias con desequilibrios importantes porque la recaudación está caída, y para revertirlo se necesitarán ocho o nueves meses hasta que comience a caminar la economía y ahí puede ser que se comience a recaudar y equilibrar los números”.
“Gestos” para la Caja de Jubilaciones
Respecto de la forma de hallar soluciones a la situación de la Caja, Moine consideró que “hace falta una intervención del Estado con todos los gremios, y debe animarse el gobernador Bordet a citar a todos los sectores y analizar de ahora en adelante qué modificaciones hacer para que la Caja no caiga en un hueco tan grande”.
“Porque ahora no se podrá tomar endeudamiento en las provincias, y si la Nación no salva la situación, porque también tendrá grandes problemas, habrá más conflicto. Y acá hay un hecho solidario y es todo un desafío que no es fácil de solucionar: no puede haber en la provincia jubilaciones de 300.000 o 400.000 pesos que no serán más de 500. Y eso implicaría un gesto solidario”, planteó. “Debe haber un gesto porque si se le va a pedir a los maestros que hagan el esfuerzo de pasar de 62 a 65 años para jubilarse; es necesario que todos hagan un esfuerzo”, comparó.
“Hay que discutir profundamente, respetando los derechos adquiridos, pero de ahora en más en esta provincia no puede haber jubilaciones que superen los 250.000 pesos, porque para una persona de 65 o 70 años –cualquiera sea el cargo que haya ocupado- recibe mucha plata y puede vivir sin ningún tipo de problemas. Porque la comparación de aquellos que ganan 30.000 pesos y hay personas que ganan 10 veces más, resulta agraviante, pensando en un sistema solidario. Por eso hay que dar la discusión abiertamente”, planteó.
La situación de Paraná
Consultado por la grave crisis institucional, financiera y política que atraviesa Paraná, Moine sostuvo que “el municipio no está operativo; (Roberto) Sabbioni dijo la semana pasada que no tiene elementos para trabajar, hay equipamiento que está fuera de funcionamiento, no hay plata para arreglarlo y también el problema es que hay 1.400 contratos no renovados y la planta se había acercado a las 10.000 personas”.
“Este es un tema viejo, ya lo planteé en la década del 90 y es cuándo se va a terminar con el Estado como agencia de empleo”, aseveró.
En comparación, sostuvo que “en Santa Fe y Córdoba, a nivel provincial tienen entre 33 y 35 empleados públicos cada 1.000 habitantes y Entre Ríos está en 54 empleados; y en la Municipalidad de Paraná cuando dejé la gestión en 1991, con 850.000 habitantes había 2.700 (2.400 permanentes más 300 contratos); la población a 1.200.000 habitantes pero se triplicó la planta de personal”.
Recordó que “en la hiperinflación hacíamos obra pública porque la Municipalidad tiene muy buena recaudación propia, los ingresos de la Municipalidad son el 70% propio y solo el 30% es coparticipación con lo cual no está dependiendo que el gobierno provincial le esté ayudando permanentemente y siempre tuvo mucha independencia económica. Pero si se llevó la planta de personal a cerca de 10.000 personas estamos realmente muy mal”.
“Lo que puede hacer (el intendente electo, Adán) Bahl es que en los próximos dos años pueda regular el nivel de servicios; que en dos años tengamos una ciudad limpia, desmalezada y bacheada, lo que implica conseguir del gobierno provincial un crédito internacional por lo menos para reasfaltar mil cuadras, porque de otro modo a la ciudad de Paraná no se la recupera más”, advirtió.
“En los barrios por cada cuadra hay siete u ocho baches y esto es insolucionable, salvo que haya 15 o 20 cuadrillas diarias trabajando en la calle cosa que es imposible porque la Municipalidad no tiene el equipamiento necesario para ello”, concluyó.