El dirigente de San Lorenzo se presentó en el negocio con una orden de allanamiento para pedir varias prendas que, según denunció, fueron sustraídas del que era su hogar.
El dirigente de San Lorenzo se presentó en el negocio con una orden de allanamiento para pedir varias prendas que, según denunció, fueron sustraídas del que era su hogar tras la escandalosa separación con su ex.
El dirigente de San Lorenzo protagonizó un tenso momento en un local de camisetas cuando fue a reclamar por ropa de él que estaba a la venta
Mientras continúa avanzando la causa por violencia de género en su contra, el dirigente de San Lorenzo de Almagro Néstor Ortigoza volvió a quedar envuelto en un nuevo escándalo. El escenario fue un reconocido local de Villa Crespo dedicado a la venta de camisetas de fútbol, a donde el dirigente se presentó en las últimas horas con una orden judicial para reclamar por varias prendas de él que estaban a la venta. Sin embargo, su arribo provocó malestar en el negocio y generó una tensa situación que incluyó gritos e insultos.
Según supo Infobae, el ex jugador se presentó este jueves en Malabia al 600, donde funciona “Camisetas Nani”, luego de formalizar una denuncia ante la Justicia por la sustracción de su ropa deportiva tras la separación de Lucila Cassiau, su ex pareja. Lo hizo acompañado de un grupo de agentes porteños de la Comisaría Vecinal 15 B y una orden de allanamiento emitida por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 10.
“Llegó con el hermano, la abogada y 10 policías. Estaba con actitud prepotente y fue a pedir por su ropa de entrenamiento”, describió a este medio una testigo del hecho, quien indicó que rápidamente empezó el procedimiento policial en el que se revisó toda la mercadería del comercio. Mientras se desarrollaba el operativo, el futbolista se encontraba al lado de un mostrador y con lentes negros a la espera de su finalización.
Ante esta situación, los empleados del local se enfurecieron y apuntaron contra Ortigoza. Le expresaron su enojo por el episodio y comenzaron a insultarlo: “Le empezaron a decir golpeador, le empezaron a gritar de todo”, dijo una persona que presenció el momento. Una parte de la secuencia quedó registrada en un video en el que se ve al encargado del lugar, conocido como Nani, furioso con el vocal del Ciclón.
En el operativo, los agentes secuestraron una computadora y más de una docena de prendas, entre conjuntos deportivos, camisetas, pantalones, camperas y botines, en su mayoría de San Lorenzo y el seleccionado de Paraguay. No obstante, fuentes policiales indicaron que el juzgado no tomó medidas para con el encargado del local, dado que la ropa y los calzados reclamados por Ortigoza habrían sido adquiridos por comerciante del negocio allanado a partir de la venta de un tercero.
Una fuente con acceso a la causa por violencia de género contra el deportista aseguró que esta no fue la primera vez que él se presentó al local: anteriormente ya había ido a reclamar por la indumentaria que había perdido tras dejarla dejar en la que era su casa, en el marco de la separación con su ex pareja.
“Esa vez le explicaron que el lugar era un negocio de compra-venta y le ofrecieron venderle lo que quisiera. Fue, compró dos o tres cosas, listo, ya está. Y ayer se presentó con este allanamiento, en el que se llevó cosas de él y se llevó cosas que no le pertenecían”, detallaron a Infobae.
La secuencia dejó una sensación de malestar generalizada en “Camisetas Nani”, cuyo dueño es conocido con el apodo de Tati y tiene vínculos con el mundo del fútbol. Según detallaron desde el entorno del lugar, la actitud de Ortigoza y el hermano mientras se desarrollaba el operativo era “de increpar” y señalaron que ambos tienen una postura “amedrentadora, que da miedo”.
El hecho ocurrido en el local está ligado a su causa por violencia de género, que abrió un nuevo capítulo este lunes, cuando los abogados de la víctima pidieron que el vocal de San Lorenzo sea citado a indagatoria para comparecer por lo que ellos consideran un delito continuado. El hecho es investigado por la fiscal María Lorena González de la UFI N°3 descentralizada de Ezeiza.