Los pibes cambian la pelota por ser CEOS con mentalidad de tiburón
Nada es lo que parece. Nada es creíble. Lo real no importa, es imperfecto. No se pretende modificar la realidad ni transformarla, sino inventarla, corregirla, y forzar el asentimiento público de una depuración que encaje con el nuevo mapa de la “verdad”. Nos embarga la sensación de que vivimos en un realidad que no está disponible para nosotros.