"Cuando se produce la llegada convencida de alguien –como el caso de Saín- que tiene que llevar adelante una limpieza policial en serio para sacarse de encima la corrupción, se genera este tipo de cuestiones”, analizó Del Frade.
"Castrillón ha tenido la buena intención de mejorar el perfil de la Justicia pero se ha encontrado con algunos escollos que ha tenido la valentía y el coraje de denunciar”, valoró Kisser.