Por Oliva Taleb, especial para ANALISIS DIGITAL
Se preocupan de sus errores, gracias. Ahorren sus preocupaciones. Cometidos, puestos al descubierto, una y otra vez, trascendentes o no, no han sido obstáculo para comenzar de nuevo. Aunque no sea en el lugar que ellos crean, - a Dios gracias-, debía estar.
Creen cuidarla, porque sostienen que no ha sabido ocuparse de hacerlo. En realidad ese cuerpito, está lleno de cicatrices. O sea de heridas previas, que ha sabido curar. Las ha acariciado para que eso suceda. Afortunadamente no pueden compartir su alma. La conserva intacta, porque ha sabido protegerla de los profanadores de esperanzas, usurpadores de historias ajenas.
El problema, gravísimo problema es cuando se equivocan Uds. graves incapacitados, por falta de memoria, “preocupados” en cuidar, controlar, perseguir, que no se equivoque esa mayoría incondicional adepta. No registran ellos, equivocaciones propias, exentas, a salvo de guadañas en sus manos, paralizándoles el presente, remitiéndolos a la furia de sus propias cunas, sin exponerlos ridiculizados, en el rincón del aula, para festín colectivo. Nadie les recuerda, por supuesto, que bajaron al chofer del colectivo por considerarlo prescindente. Estrenando carnet provisorio, apostaban a conducirlo. Oportunismo innato. Por sus propios errores…
Gravísimo, altivos y soberbios, descolgaron espejos, mostrando sus descarnados rostros, para reemplazarlos con retratos de “culpables”, responsables de sus derrotas. Son los mismos que se han bajado en la ante última parada, por la luz de alerta del tanque de combustible, casi vacío sin que les quedara otra que pagar de su propio bolsillo, la factura, abandonando los holgados disfraces populares…
Las fiestas, gratis, siempre tienen un éxito rotundo de público, “no cabe un alfiler”… El tema se presenta al amanecer, cuando se corta la luz, se termina la música, y hay que ponerse a lavar los platos, arremangarse y limpiar los pisos. Si quedó alguien, por casualidad, seguro que se lo encuentra dormido en algún lugar donde además molestará al que esté dispuesto a ¡trabajar!....
Se preocupan por sus errores, por no consultarlos para equivocarse junto con ellos, que es la mejor manera de que pasen desapercibidos, naturalizados, disculpados. Los errores colectivos demoran ser publicitados, y dificultan la identificación de los ¡verdaderos responsables!.... La clásica, típica representación de la cobardía, “de manual”, para no hacerse cargo de las propias limitaciones.
Natural en ellos, no se preocupan en controlar las miserias que irresponsablemente vomitan ante propios y extraños. Las células que un día inesperado, despiertan con cáncer, supieron antes ser sanas, generadoras de “buena vida”…
No se preocupen de los errores ajenos. Es hora de ocuparse en serio de Uds. Están a tiempo de transformar uno, cada uno de los propios. Las “ideas no se matan”… Por ellas murieron unos cuantos y otros cuantos no pensaron seriamente, que se pueda o deba morir por ellas… Los panqueques figuran en la lista de postre de todos los restaurantes. Un buen plato principal generalmente posterga para otra oportunidad su ingesta…