All Boys y Racing lucharon más de lo que jugaron y empataron sin goles

Racing se topó con un rival y un tipo de partido idéntico al que jugó hace casi una semana contra Arsenal. Y en un contexto difícil por la presión y el orden inicial del Albo, la Academia cometió los mismos errores: no tuvo salida prolija por los laterales, desechó la técnica de sus intérpretes por apresurarse y careció de esa dinámica útil para el desmarque. Un equipo previsible e inocuo.

Por su parte, All Boys no alteró su 4-4-1-1, concentró casi todas sus energías en la marca y se apoyó en Pérez García para dañar. El enganche se paró por detrás de Pelletieri y Yacob, y generó varias faltas. En la chance más clara, metió un centro para la entrada en soledad de Matos por el segundo palo, pero el goleador no pudo parar la pelota.

Por su parte, el elenco visitante se diluyó en pases erráticos, se ahogó en las lagunas de Toranzo (no es conductor) y no proyectó a sus laterales con criterio. Las únicas dos llegadas filosas del visitante fueron gracias a un par de desbordes del intermitente Castro.

El complemento arrancó tan friccionado como el periodo inicial. La Academia avanzó sin ideas y extrañó mucho a Teófilo Gutiérrez, mientras que su rival buscó la conexión entre Pérez García y los volantes Perea y Rodríguez.

A los 14 minutos se produjo la gran ovación de la noche: el colombiano Moreno entró por Castro y regresó al fútbol luego de la rotura de ligamentos de la rodilla, que había sufrido hace 202 días en Floresta. La calidad del enganche zurdo reapareció justo cuando su equipo navegaba por la incertidumbre, pero no pudo ser la llave para ganar.

Al colombiano le costó protagonizar jugadas ofensivas, aunque fue determinante en una acción defensiva. A los 28’, el lungo salvó sobre la línea y evitó el gol de Rodríguez, luego de un descuido en un tiro libre. Un minuto antes, se había ido expulsado Martínez por doble amarilla y Simeone rearmó la defensa con el ingreso de Aveldaño por Hauche.

Racing caminó por la cornisa cuando regaló pelotas de manera insólita y quedó expuesto en las réplicas del Albo. El partido murió en cero y hubo reparto de puntos como castigo de la pobreza exhibida.

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Opinión

Luciano Lutereau (*)
Carlos Pagni (*)

(Autoría: Alfredo Sábat para La Nación)