Después de un arranque en el que Sebastián Torrico le ahogó el grito a Mauro Boselli y de inmediato a Facundo Coria le sacaron un cabezazo sobre la línea, el equipo de Jorge Da Silva se despertó y dejó sin chances a su rival. Los dos goles tempraneros fueron demasiado para la visita.

A los cuatro minutos, Ariel Rojas impactó con un frentazo letal un centro desde la derecha de Diego Villar y abrió el marcador. A los 16, y en el segundo ataque del dueño de casa, Rubén Ramírez aprovechó la pifia de Leandro Desábato en el área chica y definió a la red.

El desconcierto en Estudiantes era total y Godoy Cruz casi dibuja la goleada en un mano a mano que Damián Albil le detuvo a Facundo Castillón. El Tomba sacó el pie del acelerador, pero el Pincha sólo acercó peligro con un remate desviado de Gastón Fernández y otro de Mariano González.

Sobre la hora del primer tiempo, y cuando parecía que no había forma de que la visita reaccionaria, llegó el descuento para dejar con vida al León. Todo surgió de un centro desde la derecha de la Gata y la mala fortuna de Jorge Curbelo, quien la metió en su arco ante la arremetida de Boselli.

En el complemento las cosas cambiaron y Estudiantes pareció otro equipo: control de pelota y presión en campo rival. Con estos fundamentos, estuvo cerca de empatarlo con un cabezazo de Fernández que salió por encima del travesaño y una nueva intervención de Torrico ante el mismo delantero.

Ya con el Pincha jugado, el local encontró espacios para la contra y tuvo en los pies de Villar una chance inmejorable para liquidarlo. Sin embargo fue el ingresado Armando Cooper el que sentenció la historia, a los 32 minutos, luego de que Castillón la aguantara y lo dejara solo frente a Albil.

El triunfo le dio aire a Godoy Cruz, que había logrado sólo un punto de los últimos nueve, y lo dejó muy cerca de la clasificación a la próxima edición de la Copa Libertadores. En Estudiantes, que para colmo sufrió la expulsión de Leandro Benítez en el final, el campeonato es la misma pesadilla, señala TyC Sports.