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Sin jugar bien, pero compensándolo con mucha entrega y sacrificio, Patronato logró consumar su segundo halago en serie ante su gente y además estirar a tres la cantidad de partidos sin conocer el sabor de la derrota. En su cancha, el Rojinegro sacó a flote un partido complicado que le propuso Atlanta, un equipo que sin dudas le generará más de un dolor de cabeza a varios equipos en la B Nacional.

El arranque fue todo del local, aunque sin muchas ideas. De todas formas el equipo de Fuentes se paró decididamente en el campo rival y lentamente comenzó a acercarse al arco de Rodrigo Llinás. El Rojinegro merodeó la valla del rival pero sin llevar mucho peligro. Es por eso que con el correr de los minutos la carencia de ideas se tradujo en la pérdida de la pelota. Fue así que el Bohemio comenzó a adueñarse del trámite y avisó en dos oportunidades.

Por esas cosas que tiene el fútbol, cuando la visita jugaba mejor, llegó el primer grito en el Grella. Emanuel Urresti ejecutó un buen centro y Diego Jara conectó de cabeza para abrir el marcador y hacer delirar a la parcialidad local. Sin merecerlo, el Santo se puso arriba en el score.

La conquista envalentonó al dueño de casa que nuevamente acorraló al rival en su campo, pero otra vez pecó en la gestación del juego como para estirar la diferencia. Promediando la etapa inicia, cuando pasaba poco y nada, Atlanta contó con un tiro libre cerca del área de Sebastián Blázquez. El cuidapalos local dio un rebote largo que fue aprovechado por Emiliano Ferragut quien puso el empate. De ahí hasta el final no pasó absolutamente nada y así se fueron al descanso.

En la vuelta del descanso, Fuentes mandó a la cancha a Leonardo Roda, quien a la postre sería el héroe en la tarde paranaense. El lungo delantero ingresó por Diego Romero, poco participativo en el tiempo que jugó, y la modificación fue un claro mensaje que el dueño de casa iría como sea por los tres puntos. Es que el DT desestimó el 4-5-1 con el que comenzó el partido y volvió al clásico 4-4-2.

Poco había pasado en la segunda mitad hasta que llegó el minuto nueve. Blázquez volvió a fallar y la acción fue aprovechada por Jonathan Fabro quien no perdonó y así el visitante dio vuelta el marcador. La segunda conquista del Bohemio fue una baldazo de agua fría que castigó los dos errores del guardavallas y las desconcentraciones en el fondo local.

De todas maneras el Santo acusó el golpe y comenzó a ir hacia delante, con más empuje que fútbol como lo hizo toda la tarde. Así fue que llegó al empate, Jara desbordó por el lado de su pierna menos hábil, la derecha, envió un centro que encontró la cabeza de Roda para que el partido nuevamente estuviera como al comienzo. El gol del cordobés fue un premio al sacrificio y a la enjundia, no más que eso.

A pesar del empate, Atlanta pareció sentirse cómodo con la igualdad y se abroqueló bien en defensa con la intención de aprovechar alguna contra, la cual nunca se cristalizó. Lo que sí se hizo realidad fue el tercero de Patronato, otra vez Roda fue el gran protagonista, el atacante cabeceó bombeado por encima de Llinás para que la mayor parte del estadio Grella volviera a festejar.

Así el Rojinegro sacó adelante un partido muy complicado y se ubicó a tres puntos de la cima. El próximo sábado visitará a Instituto de Córdoba y allí buscará seguir en la buena senda.