(de ANALISIS DIGITAL)
Hasta el viernes último, estaba todo decidido: el gobernador electo Gustavo Bordet había determinado que se le excluyera el manejo de la Policía de Entre Ríos al futuro ministro de Gobierno. Varios funcionarios del actual gobierno, que tendrán continuidad, se lo manifestaron a Bordet, según pudo saber ANALISIS DIGITAL y entendían que lo habían convencido, después de la fuerte reacción social de la ciudadanía entrerriana, que, en especial, se expresó con dureza contra el designado ministro Mauro Urribarri. El rechazo –que se notó en particular a través de las redes sociales- fue, en especial, por las relaciones de Urribarri jrs con algunos personajes del narcotráfico y la trata de personas, tanto en Paraná como en Concordia.
No obstante, los planteos a Bordet no tuvieron eco y en la reunión de ayer en la propia sede policial hizo que todo quedara en su lugar, sin modificaciones. El concordiense, al presentar a su nuevo gabinete policial y de seguridad quedó asentado que Mauro Urribarri, pese a su inexperiencia y al masivo rechazo social, de igual manera tendrá el poder de conducción y de control de los movimientos de la Policía de Entre Ríos e incluso sobre la Secretaría de Seguridad que liderará Massuh. Así quedó claro el concepto de Bordet, ante su compañero de fórmula Adán Bahl y los nuevos jefes Gustavo Maslein y José Laumann.
La única derrota de Mauro Urribarri fue la de no poder designar al actual director de Prevención de Delitos Rurales, comisario general Sergio Mendoza, un funcionario muy cuestionado por su irregular pasado en tiempos de Sergio Montiel y vinculado al detenido Gustavo Alfonzo, procesado por trata de personas. Mendoza no sólo que no fue designado, sino que además sería pasado a retiro en los próximos días, por sus 32 años de servicio en la fuerza.