Atlético Tucumán, que estaba llamado a ser gran protagonista de la temporada 2010/11, terminó sin pena ni gloria la misma, con una derrota por 1 a 0 ante Chacarita Juniors, otro grande que siempre aspira a más y que se fue en silencio, a pesar de los tres puntos de anoche.
El ciclo, cumplido para muchos profesionales que podrían adelantar rescisiones de contrato, marcará también el adiós del entrenador, Adrián Czornomaz, quien decidió bajarse de la idea de continuidad ante los resultados obtenidos sin sacar una experiencia positiva en poco menos de tres meses de trabajo, ya que sus jugadores no le respondieron.
Al respecto, de cara al futuro Atlético no contará con el margen numérico que le brindó la temporada del ascenso, la del título con Héctor Chulo Rivoira ya que se evaporarán aquellos 74 puntos.
Entonces, quien llegue como técnico principal tendrá la misión de colocar nuevamente al equipo en una situación de protagonismo, para no perder el confort y, así, evitar presiones que nada tengan que ver con otra cosa que soñar con ser nuevamente de Primera.
El partido lo ganó Chacarita porque acertó Damián Toledo con un tiro libre en el que encontró la complicidad de Esteban Dei Rossi, quien tapado por la barrera no tuvo reacción en el instante que la pelota superó la muralla decana.
Luego, con la impotencia y apatía que mostró durante casi todo este semestre (en el cual arrancó primero en la tabla y muy posiblemente no termine ni quinto) el conjunto de Czornomaz chocó una y otra vez con sus limitaciones.
Deivis Barone apareció como el arma más peligrosa (sacó ventaja en el juego aéreo) sin embargo ninguna entró y la visita se llevó un premio importante de cara a lo que se vendrá.
Fue el final menos esperado y tan temido. La película no tuvo el desenlace que todos anhelaron y no queda más que hacer una gran autocrítica de cara a lo que se viene, señala El Siglo Web.