Con notorios problemas defensivos, el equipo Xeneize exhibió una involución en su rendimiento, en comparación con la de los últimos partidos. Ni siquiera el supuesto "envión anímico" post triunfo a River apareció por Sarandí. El rival, como tantos otros en lo que va de la temporada, se hizo un verdadero picnic en cada jugara aérea.
De esa manera llegó la apertura del marcador. Fue a los 23 minutos de la primera mitad, cuando Mauro Óbolo cabeceó sin problemas y la clavó en una esquina, pese al vuelo estéril de Lucchetti. Fue el gol número 50 en la carrera del ex Vélez, que antes de debutar en primera y destacarse en el Fortín, tuvo un paso fugaz por las inferiores del club de la Ribera.
También de cabeza llegó la igualdad de Boca, a los 8´ del segundo tiempo. Viatri prácticamente emuló a su colega en el 1 a 1, aunque esta vez el centro, de Mouche, vino desde la derecha.
Sólo ocho minutos después, Lisandro López aprovechó una mala salida de Lucchetti para establecer el 2 a 1, mientras que a nueve del final, Mouche, con la punta de su botín izquierdo, selló el empate. El centro fue de Somoza.
Después de cuatro goles en igual cantidad de fechas, a Martín Palermo se le cortó la racha y no pudo convertir. El Titán sigue a dos tantos de meterse en el top five de los máximos goleadores históricos del fútbol argentino, y desplazar de esa ubicación a José Francisco Sanfilippo.
El empate le permite a Boca recortarle una unidad a Racing, y quedar a cuatro puntos de clasificarse para la Copa Sudamericana, mientras que Arsenal le sacó un punto de ventaja a River y dejó a los de Núñez en zona de promoción.
Boca llegó a seis partidos sin perder, algo que no lograba desde el Apertura 2008, cuando el equipo dirigido por Carlos Ischia llegó a 11 sin conocer la derrota, informa Cancha llena.