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La desocupación cayó al 6,6% en el tercer trimestre, pero aún hay un millón de personas buscando trabajo

El índice de desocupación fue de 6,6% en el tercer trimestre del año, lo que implica una baja de 0,3 puntos porcentuales respecto al 6,9% registrado en el mismo período del 2024. Pese a esta mejora, aún hay 958.000 personas que se encuentran desocupadas, es decir que están buscando activamente un empleo, pero no lo encuentran.

Los datos se desprenden del último informe de Mercado de Trabajo publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). El estudio reveló además un crecimiento de 0,47 puntos en la tasa de empleo, que pasó de 45% a 45,4% en el período analizado. La tasa de actividad, por su parte, registró un repunte de 0,3 puntos, al pasar de 48,3% en el tercer trimestre de 2024 a 48,6% en los mismos meses de 2025.

En términos absolutos, la población económicamente activa alcanzó los 14,564 millones de personas en los 31 aglomerados urbanos relevados por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). Dentro de ese universo, 13,606 millones se encontraban ocupadas y 958.000 desocupadas en el tercer trimestre del año. La población total de referencia de la EPH fue de 29,97 millones de personas, sobre una población total proyectada para el país de 47,5 millones.

El informe también mostró una mejora en la comparación intertrimestral. Frente al segundo trimestre de 2025, la tasa de actividad subió, la tasa de empleo aumentó y la desocupación descendió. El Indec señaló que la baja de la desocupación resultó “estadísticamente significativa”.

 

Presión sobre el mercado laboral

A pesar de esta evolución, el documento advierte que una porción relevante de la población ocupada mantiene distintos grados de presión sobre el mercado laboral. La tasa de subocupación se ubicó en 10,9% de la población económicamente activa, lo que equivale a 1,581 millones de personas que trabajan menos de 35 horas semanales y están dispuestas a trabajar más. A su vez, los ocupados demandantes de empleo representaron el 16,1% de la PEA.

Al considerar en conjunto a los desocupados, subocupados, ocupados demandantes y ocupados no demandantes disponibles, la presión total sobre el mercado laboral alcanzó el 28,7% de la población económicamente activa. Según el Indec, este indicador se redujo en la comparación interanual y también frente al trimestre previo.

 

Informalidad y calidad del empleo

En relación con la calidad del empleo, el informe indicó que la mayoría de los ocupados son asalariados, seguidos por trabajadores por cuenta propia, patrones y trabajadores familiares sin remuneración. Dentro del universo de asalariados, el 36,7% no cuenta con descuento jubilatorio, lo que el Indec identifica como empleo informal.

De esta manera, la tasa de informalidad laboral se ubicó en 43,3% de la población ocupada, con un aumento interanual. En números absolutos, 5,891 millones de personas se encontraban ocupadas en condiciones de informalidad. El organismo detalló que, dentro de los asalariados informales, una parte realiza aportes propios, mientras que la mayoría no efectúa ningún tipo de aporte previsional.

El relevamiento también incluyó información sobre la intensidad de la ocupación. Del total de personas ocupadas, el 57,6% se desempeñó como ocupado pleno, el 28,2% trabajó más de 45 horas semanales y fue clasificado como sobreocupado, y el 11,6% se ubicó en la categoría de subocupados. Además, un 2,6% no trabajó durante la semana de referencia.

 

El mapa de la desocupación

El informe del Indec evidenció fuertes diferencias en la tasa de desocupación entre los distintos aglomerados urbanos. En el Gran Buenos Aires, el indicador se ubicó en 6,8%, por encima del promedio nacional de 6,6%. Al interior de ese conglomerado, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires registró una tasa de desocupación de 3,9%, mientras que en los partidos del Gran Buenos Aires ascendió a 7,6%, casi el doble que en la Capital.

En la región Pampeana, la desocupación alcanzó el 7,5%, uno de los registros más elevados del país. Dentro de esa región, se destacaron Gran La Plata, con una tasa de 8,1%, y Gran Rosario, con 8,9%, ambas claramente por encima del promedio nacional. También mostraron niveles elevados Santa Rosa–Toay, con 8,5%, y Bahía Blanca–Cerri, con 7,4%.

En el Noreste, la tasa de desocupación regional fue de 6,4%, con un valor particularmente alto en Gran Resistencia, donde alcanzó el 9,7%, el registro más elevado entre los aglomerados relevados. En contraste, Formosa mostró una desocupación de 3,2%, uno de los valores más bajos del país.

El Noroeste presentó una tasa regional de 4,7%, por debajo del promedio general. Dentro de esa región, se destacó Santiago del Estero–La Banda, con una desocupación de apenas 1,4%, el nivel más bajo entre los 31 aglomerados urbanos. En el otro extremo, Gran Tucumán–Tafí Viejo registró 6,2%, mientras que Salta se ubicó en 5,5%.

En la región de Cuyo, la desocupación fue de 5,1%. Allí, Gran Mendoza mostró una tasa de 6,2%, mientras que Gran San Juan y Gran San Luis registraron 3,5% y 3,2%, respectivamente.

Por último, la Patagonia presentó una tasa de desocupación de 5,0%. Dentro de esa región, se observó una fuerte dispersión: Río Gallegos alcanzó el 10,8%, el valor más alto de la zona, mientras que Comodoro Rivadavia–Rada Tilly se ubicó en 2,7% y Neuquén–Plottier en 3,3%. En Ushuaia–Río Grande, la desocupación fue de 6,8%.

De manera agregada, el Indec señaló que los aglomerados urbanos de más de 500.000 habitantes registraron una tasa de desocupación de 6,9%, mientras que en aquellos con menos de 500.000 habitantes el indicador descendió a 5,2%, lo que volvió a mostrar un comportamiento diferencial del mercado laboral según el tamaño de los centros urbanos.

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