Diego Armando Maradona, quien continúa internado en una clínica de la localidad bonaerense de Ituzaingó, espera una resolución judicial y de los médicos que le permita viajar a esa playa de Cuba, donde desea instalarse y continuar su tratamiento de rehabilitación contra su adicción a las drogas.
El ex futbolista espera una autorización de la Clínica Privada del Parque, en Ituzaingó, para viajar a Cuba, donde quiere continuar con su tratamiento de rehabilitación contra su adicción a las drogas.
Diego se encuentra internado en ese neuropsiquiátrico desde el 9 de mayo (venía de una grave crisis cardiorespiratoria) y su familia y los médicos que lo atienden decidieron ponerse firmes contra todos los intentos del ex futbolista por abandonar el lugar. Ahora, más recuperado y con al menos 20 kilos menos, el Diez juega al metegol, mira la tele y canta tangos mientras aguarda el okey de sus doctores, con los que no tendría mucho diálogo (volvieron a prohibirle las llamadas telefónicas).
Según señaló la agencia AFP, el lugar elegido por Diego es la playa de Varadero y el ídolo ya tiene las valijas listas y los pasajes abiertos en una línea área cubana, aunque también necesita una decisión judicial que lo autorice a dejar la Clínica. Los médicos del neuropsiquiátrico temen que, si la Justicia no le permite viajar, Maradona (43 años) caiga en un estado depresivo.