El secretario general de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), Edgardo Massarotti, fue absuelto por la quema de la puerta de Casa de Gobierno, ocurrida el 20 de diciembre de 2001, durante una marcha de Multisectorial de Derechos Humanos. Cabe recordar que la fiscal Cecilia Goyeneche, había solicitado la pena de un año y seis meses de prisión en suspenso para el dirigente, acusándolo de ser coautor del delito de daños a los bienes públicos. Como ya había adelantado el juez la semana pasada, el fallo absolutorio también alcanzó al corredor inmobiliario Pablo Sciortino. En tanto, el magistrado hizo lugar al pedido de la fiscal para que se investigue al abogado Rubén Pagliotto, al ex jefe de Policía Victoriano Ojeda, al policía Luis Alberto Rodriguero -fue quien imputó a Massarotti- y al dirigente sindical Alejandro Sologuren por presunto falso testimonio. Al escuchar el fallo, los militantes del gremio que hasta el momento habían acompañado en absoluto silencio la lectura de la sentencia irrumpieron en un efusivo aplauso, y al salir de la sala se escucharon cánticos de apoyo al líder sindical.

La lectura de la sentencia comenzó minutos antes de las 8.30 con una sala menos poblada que en jornadas anteriores, y la ausencia de Sciortino y sus abogados defensores, Julio Federik y Leandro Ríos, dado que el juez le había adelantado la absolución la semana pasada.

De inmediato, Vírgala comenzó la lectura de su fallo, en el que cuestionó la argumentación de la fiscal Goyeneche ya que en un primer momento se imputó a Massarotti “una concreta actitud delictiva considerando que el aporte de Massarotti fue colocar las cubiertas en una camioneta para luego quemarlas”, pero posteriormente la acusación viró hacia “su actitud omisiva”. “La fiscal, en una cabriola imputativa, acusó a Massarotti por no haber evitado el daño causado a la puerta”, indicó la sentencia.

En contraposición con las citas jurisprudenciales y de autores españoles que realizó la fiscal en su alegato, el magistrado se remitió a la jurisprudencia nacional citando, entre otros, a importantes constitucionalistas como Eugenio Zaffaroni.

Ante esto, el magistrado evaluó que de la prueba colectada “no surge en modo alguno que Massarotti haya sido quien descargara las cubiertas, incendiadas luego por ignotos manifestantes”. Asimismo, agregó que “si bien se le imputa haber descargado las cubiertas lo cierto es que absolutamente nadie dijo haberlo visto y no hubo testigo alguno que testificara en ese sentido, aunque si le sindicaron haber encabezado la movilización –y él mismo lo ratificó- ello no puede ser considerado un delito”.

“La conducta omisiva que se le imputó no encontró sostén probatorio alguno y resulta inadmisible la acusación”, sentenció Vírgala, quien por todo ello, determinó absolver de culpa y cargo a Pablo Sciortino y a Edgardo Massarotti por el delito de daños a bienes públicos.

También hizo lugar a la requisitoria fiscal y solicitó la remisión al agente fiscal correspondiente los testimonios de Rubén Pagliotto, Victoriano Ojeda, Alejandro Sologuren y Luis Alberto Rodriguero, para analizar la existencia de falso testimonio.

Al escuchar el fallo absolutorio, el público presente irrumpió en un efusivo aplauso, y al salir de la sala se escucharon cánticos de apoyo al líder sindical.

En el juicio, que se inició el 1º de octubre, declararon testigos como el ex ministro de Gobierno durante la gestión de Sergio Montiel, Enrique Carbó; el ex jefe de Policía de la provincia, Victoriano Ojeda; el ex juez de Instrucción, Héctor Toloy; los abogados Walter Carballo, José Iparraguirre, Martín Uranga, Rubén Pagliotto y Jorge Balbuena; dirigentes como Alejandro Sologuren y Aldo Bachetti y agentes de Policía que actuaron el día de la movilización.

Ninguno de los testigos pudo aseverar que Massarotti fue quien inició el fuego que terminó quemando la puerta. Sólo Sologuren afirmó que la quema de cubiertas era la tarea habitual en las manifestaciones del militante de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), José Daniel Rodríguez, quien apareció muerto días después de la manifestación tapado con gomas, detrás del supermercado Wal Mart de Paraná. Por esto, la fiscal pidió la remisión de su declaración al juez de instrucción por sospechas de falso testimonio.

El balance de la defensa

Al término de la audiencia, Baridón manifestó ante ANALISIS DIGITAL su beneplácito por la absolución de su defendido y explicó que en su fallo “el juez lo que hace es rescatar la posición más tradicional del derecho penal que es la de valorar el principio de inocencia, ya que sostiene que, mientras no haya pruebas que demuestren que una imputación determinada fue cometida por una persona, sin ninguna duda, se presume que es inocente”.

En ese sentido, se explayó: “Vírgala destacó la legitimidad del ejercicio de la protesta y dejó en claro que para enjuiciar a alguien por las consecuencias no deseadas por esa manifestación, se requiere que los fiscales puedan probar fehacientemente el hecho denunciado, a los fines de que el principio de inocencia se vea sobrepasado por las pruebas, porque en general a las protestas se las pretende acallar mediante la represión y la criminalización”.

Además, agregó que “no se puede acusar a una persona de, en el caso particular de Massarotti, transportar y bajar cubiertas de una camioneta y después como los testimonios no le alcanzan para eso le cambia la acusación a la de no haber evitado la acción, lo que se llama delito de omisión. Fue lo que hizo la fiscal y eso no se puede hacer”.

También rescató Baridón que “la fiscal trajo a su alegato citas de los doctrinarios españoles mientras que el juez fundamentó su fallo en los tribunales nacionales, como del ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Eugenio Zaffaroni”.

Romero, por su parte, dijo que en el fallo, el juez realizó “una crítica jurídica a la acusación de la fiscal, entendiendo que evadió la acusación a conveniencia en el momento del juicio y no sostuvo lo mismo que sostenía la fiscal de primera instancia”.

Massarotti: “Me siento más tranquilo pero no estoy contento”

Al salir de tribunales, Massarotti dijo a ANALISIS DIGITAL que respecto de su situación la sensación por el fallo es de “alivio”. “Obviamente me siento más tranquilo pero no me siento contento porque estamos tratando hechos que son muy dolorosos para la sociedad entrerriana”. “En particular, más allá de mi suerte personal, este juicio tiene que servir para que nunca más sucedan hechos como éstos, que no haya más muertes, que no haya represión ni Estado policíaco y que la protesta social no se criminalice y, al mismo tiempo, que el conjunto de la sociedad se involucre. Uno debe condolerse de lo que le pasa al otro”, señaló.

“Soy conciente que este es un hecho controversial y complejo, hay mucha gente que entiende la gravedad de lo que pasó en aquel momento. Hubo dos muertes sobre las cuales hay apenas una responsabilidad -que fue la del cabo que disparó del gatillo en el caso de Eloísa Paniagua, pero ni en ese caso, ni en el de Romina Iturain se avanzó en la investigación de lo más importante que son los responsables ideológicos”, concluyó.