Eduardo Berizzo había dado la voz de alerta tras la derrota de Estudiantes ante Independiente. El DT dijo que no sabía si iba a estar en el próximo partido, ante Huracán. Este lunes se cerró su corto ciclo al frente de Estudiantes, que arrastra una pobrísima sucesión de actuaciones, con 12 partidos sin poder ganar (ocho por el certamen local y cuatro por la Copa). El mismo domingo a la noche, dirigentes y cuerpo técnico estuvieron reunidos en el Country para delinear el futuro del equipo.
Los dirigentes que respaldaban la gestión del cuerpo técnico comenzaron en el último tiempo a dividir sus opiniones. A tal punto que la mayoría habría estado de acuerdo en que era momento de cambiar de aire. El Pincha ganó cinco partidos, empató cuatro y perdió seis en este torneo.
Ya hay quienes dicen que Juan Sebastián Verón habría tenido, días atrás, un contacto telefónico con el ex director técnico, Alejandro Sabella, para saber si Pachorra estaría dispuesto a regresar al club, consigna Cancha llena.
El domingo durante el partido los plateístas de Estudiantes comenzaron a insultar a los dirigentes y a punto estuvieron de tomarse a golpes de puño. Empujones, insultos, forcejeos y algunas corridas que no pasaron a mayores conformaron el arsenal de reclamos destinados a los directivos.
Estudiantes está sumido en una crisis y eso nadie lo niega. Por el contrario, la gran mayoría de las voces son críticas. Lo paradójico de esta situación es que hace escasos meses el Pincha festejaba un nuevo título con la obtención del torneo Apertura 2010. ¿Qué cambió en tan poco tiempo? La relación dirigente-cuerpo técnico sufrió un desgaste mayor del esperado. Si a este escenario se le suma que los resultados no fueron los esperados, el círculo cierra perfecto.