Esta actividad incluirá controlar el expendio de bebidas a menores en los boliches, pubs y quioscos de la zona.
No se permitirá que las personas lleven botellas de vidrio, que luego podrían ser utilizadas para lesionar a otros o intentar agredir o dañar vehículos, tal como ocurrió el fin de semana.
Por la violencia, la Policía debió cerrar las actividades en la playa frente a las peleas y botellazos que se arrojaban desde varios sectores.
En la reunión que se realizó ayer en la Jefatura Central, el director de Operaciones, Sergio Ruffiner, convocó a las autoridades de la Jefatura de Policía de Paraná, bomberos y luego llegaron funcionarios de la Municipalidad.
Se acordó el trabajo en conjunto, que determinará seguir cumpliendo los operativos de seguridad vial internos en Paraná para verificar la documentación de vehículos y motos, y en especial si los ocupantes de los vehículos llevan colocados los cascos.
Los procedimientos incluirán secuestro de motos por incumplir la reglamentación pertinente, pero además se implementarán los controles de alcoholemia, que no se pudieron habilitar el fin de semana porque los kits con las pipetas “habían sido escondidos” por manos anónimas.
Hasta que fueron encontrados y acondicionados, no se pudo disponer el control, que sí estará funcionando para el último fin de semana del año. La Policía dispondrá de 500 uniformados, 60 móviles, 40 motos, 10 caballos y la brigada de perros para mantener la seguridad en la capital entrerriana, consignó Uno.