Los tatuadores que estamparon en la espalda de un joven de 17 años un pene y dos testículos, en vez del escudo de Boca, tal cual solicitó el menor en cuestión serán indagados por la Justicia. Los imputados, que ya tienen antecedentes penales, fueron denunciados por estafa y daño moral a lo que se agregó el abuso a la condición de disminuido mental de la víctima. Así, la causa caratulada en la parte inicial de la investigación como Estafa, podría llegar a cambiar por la de Daño o Lesiones graves.
Allegados a la investigación judicial que lleva adelante la jueza de Instrucción Estela Natal de Rebossio confirmaron a Diario Uno que la magistrada está más que sorprendida por la inusual denuncia radicada en la jornada del viernes en Concepción del Uruguay.
Más allá de esto, se conoció que la jueza se encuentra junto a los allegados buscando material o antecedentes a nivel nacional ya que es inédito en La Histórica.
Se explicó que el daño producido puede llegar a derivar en una lesión irreversible, ya que lo tatuado en la espalda no sale tan sencillamente, sino a través de costosas intervenciones quirúrgicas o la aplicación de sistema de rayo láser, que no es muy económico.
Por otra parte, la situación de los imputados podría complicarse aún más, porque la persona que fue víctima de la situación es un joven disminuido mental. Se alertó que “una cuestión es supuestamente hacerle una broma a una persona que está en igualdad de condiciones, pero otra muy distinta y dolorosa es a un chico disminuido”.
Ante el tenor de la denuncia, se dispuso allanar el local donde se produjo el tatuaje y secuestrar los utensilios manipulados por los dos imputados en la causa que fueron denunciados en la comisaría primera de Concepción del Uruguay.
La figura con que podrían llegar a ser imputados podría ser la de lesiones graves, porque habría un daño irreversible al cuerpo.
Se reconoció que no existen, prácticamente, hechos de estas características por lo que habrá que consultar con distintas jurisprudencias y establecer el tipo de delito.
Los tatuajes eran moneda corriente entre los detenidos en los penales, pero desde hace un tiempo comenzó a abrirse el mercado al resto de la sociedad, en especial la juventud.
Los tatuadores habrían ofrecido el servicio al adolescente y con el fin de llevar adelante su broma, le ataron las manos para que no pudiera defenderse. De allí que en la denuncia de la madre en la comisaría hizo notar que el menor padeció importantes dolores y efectos colaterales a causa del tatuaje poco común.
Personal policial que verificó el tatuaje reseñó que no se trató de un simple dibujo en la espalda, sino de una figura de considerables dimensiones que le ocupó casi toda la parte posterior del cuerpo. Por todo esto, se calificó la acción de los tatuadores como de una maldad llamativa y los pasos a seguir en la causa judicial serán la toma de declaración indagatoria a los imputados y luego al menor tatuado.
Cantera 25
Dos jóvenes afincados en el barrio Cantera 25 fueron denunciados por esta situación. Los imputados son personas con antecedentes penales y de malvivir en la zona.
En caso que se mantenga la carátula de Lesiones graves y que hipotéticamente los acusados en un juicio sean encontrados culpables, la pena que podrían llegar a recibir, se sabe de antemano que es excarcelable.
Todo se originó con la idea del joven de 17 años, fanático del club Boca Juniors, de realizarse un escudo de dicha entidad en su espalda, por lo que se acercó hasta una vivienda ubicada en la intersección de calles Eva Perón y Lorenzo Sartorio, en donde dos personas de su confianza se ofrecieron para efectuarle dicho trabajo e inclusive le dijeron que no le iban a cobrar nada.
Así fue que luego de mostrarle la inscripción que quería llevar en la espalda, los dos tatuadores se dedicaron de lleno al trabajo, que les demandó bastante tiempo y dejó muy dolorida a la víctima. Tras retirarse del lugar y llegar a su casa, el muchacho le pidió a su madre que mirase el tatuaje, pero la progenitora descubrió un pene y dos testículos de gran tamaño.