El médico fue citado por el juez Gustavo Zonis en el expediente denominado Denuncia comisión de delitos de lesa humanidad años 1976/1977. La indagatoria se iba a realizar originalmente el sábado, pero fue pospuesta por razones de superposición de actividades en el Juzgado Federal.
A las 9.45 compareció junto a su abogado defensor José Ostolaza. La audiencia ante Zonis y el fiscal José Ignacio Candioti comenzó 15 minutos después y Moyano escuchó la lectura de las imputaciones en su contra y de las pruebas que lo comprometen.
La imputación del juez se realizó siguiendo el criterio de aplicar la ley vigente al momento de los hechos investigados. Ahora Zonis deberá resolver a corto plazo la situación procesal del imputado, informó Uno.
El pedido de Díaz Bessone
El ex comandante del Segundo Cuerpo de Ejército solicitó la suspensión del proceso en su contra en la causa por denuncias de 1976 y 1977. Así también lo hizo días pasados en el juicio oral que se desarrolla en su contra en Rosario y se espera que también lo haga en las otras causas que lo involucran en Entre Ríos: las de la costa del Uruguay acumuladas en la Causa Harguindeguy y Área Paraná.
La defensa del represor presentó esa solicitud argumentando razones de salud. Sin embargo, esas dificultades no le impidieron declarar el sábado último en su domicilio rosarino ante el juez Zonis.
En Rosario, en respuesta al pedido realizado este martes por el defensor Gonzalo Miño, los magistrados dispusieron que el juicio se suspenda hasta el miércoles de la semana que viene. Si bien el tribunal no hizo lugar al pedido del abogado, sí solicitó que le sean remitidos nuevos informes de los médicos de la Policía Federal, y convocó al cuerpo médico forense de la Corte Suprema de la Nación para que realice una nueva junta médica.
El fiscal de la causa, Gonzalo Stara, planteó una revocatoria a la decisión del tribunal de suspender la audiencia, por entender que Miño podía comenzar igual con su alegato, ya que no se requiere la presencia de Díaz Bessone para esta instancia, por no ser “un acto personalísimo”. Pero los magistrados no le hicieron lugar.