El gremio de los periodistas entrerrianos cuestiona que la pieza editorial “lanzar una diatriba antidemocrática, reivindicatoria ya no de la teoría de los dos demonios sino del terrorismo de Estado, de los secuestros, torturas, desapariciones de personas y homicidios en centros de detención clandestinos, bajo el disfraz de la ‘eficacia de operaciones militares que tenían por objetivo aniquilar al enemigo’”.
“Si de poner las cosas en su lugar se trata, desde el Setpyc -sostiene el escrito- queremos decir que el contenido de ese libelo constituye una afrenta a la memoria de miles de mujeres y hombres que fueron perseguidos, encarcelados, asesinados, desaparecidos y obligados a exiliarse del país”. Sostiene además que el escrito “constituye una afrenta a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo que por años lucharon incluso contra la negación del propio Estado de esos crímenes; y constituye una afrenta al sistema republicano, a la independencia de poderes, al Estado de Derecho y a la democracia en su conjunto”.
“Los argentinos hemos podido recuperar y valorar en estas tres décadas los ideales de memoria, verdad y justicia, y juzgar a los perpetradores de los crímenes más aberrantes que ha conocido la historia reciente”, continúa el comunicado de Setpyc.
“Si las luchas populares lograron un gran consenso en nuestro país fue cuando dijeron Nunca Más. Por eso desde el Setpyc repudiamos este retrógrado y anacrónico libelo, apoyamos la continuidad de los juicios por crímenes de lesa humanidad, bregamos porque haya justicia para todas las víctimas de la última dictadura cívico-militar y por la aparición de todos los nietos que aún no conocen su verdadera identidad. Solo de esa será posible hacer efectivo el Nunca Más”, agrega.
Por último, desde el Setpyc reivindicaron “el derecho, ejercido en esta ocasión por los trabajadores de prensa del diario La Nación, a expresar su posición contraria a la línea editorial del medio” y al respecto agrega: “los periodistas no somos los medios ni fijamos la línea editorial; más aun, muchas veces tenemos posturas distintas, contrarias a las de los dueños de las empresas periodísticas”.