San Martín de San Juan, con la ausencia de tres titulares lesionados, jugará como local ante Argentinos Juniors, que tendrá su mejor formación pese a la inminencia del compromiso ante Vélez por la Copa Sudamericana.
Los sanjuaninos, con un partido postergado ante Independiente por la primera fecha a causa de que el equipo de Avellaneda jugó la Suruga Bank en Japón, están invictos con dos empates y un triunfo. Hasta acá no es mala la cosecha para San Martín, pero los inconvenientes comienzan a surgir por el lado de las lesiones que le complican la tarea al entrenador Daniel Garnero.
Por su parte Argentinos Juniors aún no ganó en el Apertura, con tres empates y un revés (ante San Lorenzo) y ahora piensa también en la Copa Sudamericana, en donde por la segunda fase igualó en la ida ante Vélez, sin goles en La Paternal, y el jueves próximo afrontará el desquite en Liniers.
En el partido destacado Unión, entonado por el triunfo ante Colón en el clásico santafesino, afrontará la riesgosa visita del sorprendente Atlético de Rafaela. El Tatengue vive la primavera del post clásico ya que nada es mejor que ganarlo para continuar la ruta lleno de confianza, especialmente tras un errático inicio en el cual había sumado dos puntos de nueve.
Por el lado de los rafaelinos, el entrenador Carlos Trullet apostará por los mismos 11 que vencieron a Olimpo.
Además, Boca Juniors, invicto pero sin Juan Román Riquelme, visitará a Independiente, de irregular comienzo. La ausencia en el certamen de River Plate, descendido para esta temporada a la B Nacional, le da mayor relevancia a un clásico que ya de por sí suele generar expectativas.
Si la actualidad inclina las apuestas en favor del Xeneize (dos victorias y dos empates en cuatro presentaciones), la coyuntura equilibra las cosas: entre los 11 jugadores que pondrá Julio Falcioni en cancha no estará Riquelme, la ausencia más significativa que puede sufrir el equipo de La Ribera.
Sin el enganche natural, con un leve desgarro en el isquiotibial izquierdo, el entrenador seguirá apostando a un esquema 4-3-1-2 y no al 4-4-2 que elegía la pasada temporada cuando Román no estaba, síntoma de que ahora, al menos, tiene claro el camino. En principio será Cristian Chávez el reemplazante del crack, aunque en la semana Falcioni también probó con una opción menos natural: el retraso unos metros del delantero Lucas Viatri y la conformación de la dupla ofensiva con Darío Cvitanich y Pablo Mouche (también ensayó algunas funciones de enlace).
Por el lado del Rojo, la necesidad pasa por encontrar regularidad: golpeado por los recientes fracasos internacionales (la caída ante Júbilo Iwata de Japón en la Suruga Bank, la derrota con Internacional de Porto Alegre, Brasil, en la Recopa Sudamericana), el DT, Antonio Mohamed, empieza a ser mirado de reojo y un par de malos resultados lo dejaría cerca de la salida.
Con apenas cuatro puntos en tres jornadas (un triunfo, un empate y una derrota, pendiente el choque de la primera fecha contra San Martín de San Juan), el Turco anuncia cuatro cambios en los 11, entre ellos el de Fabián Assmann por Hilario Navarro en el arco.
Por último, Olimpo y Vélez Sarsfield se verán las caras en Bahía Blanca con la urgencia del equipo local por escapar del fondo de la tabla de promedios y la necesidad de los de Liniers de olvidar a los ilustres que marcharon a Europa.
El elenco bahiense sabía que esta temporada sería larga, muy larga, con 38 fechas palpitadas desde la tabla de promedios y ya lo sufre. En el Carminatti, Olimpo hace nueve fechas que no gana con cinco empates y cuatro derrotas, un dato que estremece a sus hinchas que ven dificultosa la empresa de zafar del descenso sin ganar en su patio.
Vélez es, quizá, el mejor equipo del mercado interno, pero salvo los monstruos del fútbol mundial, léase Barcelona, Real Madrid, Inter o Manchester United, nadie soporta la venta de tres figuras como Ricardo Álvarez (Inter), Maximiliano Moralez (Atalanta) y Santiago Silva (Fiorentina).