Apoyándose en la ley de desfederalización de la lucha contra el narcotráfico, las autoridades de la provincia de Buenos Aires pudieron conseguir importantes golpes contra el narcotráfico durante 2015. La policía bonaerense secuestró 25 toneladas de marihuana, con lo que se acercó a la magnitud de los decomisos realizados por la Prefectura.
Incluso, logró un operativo que fue un récord en sí mismo: 11 toneladas de marihuana descubiertas en un camión que circulaba por el municipio de Moreno.
En los últimos años empezó a consolidarse una línea de transporte de grandes cantidades de marihuana, ya que desde 2014 comenzaron a aparecer de manera más cotidiana embarques superiores a las seis toneladas. Esas 11 toneladas capturadas por la policía bonaerense en octubre pasado -en momentos de campaña electoral- representan el mayor cargamento histórico.
De todas maneras, la captura de embarques importantes se sostuvo con la llegada de la administración de Pro a la provincia de Buenos Aires; en los primeros días de la gestión del ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, se encontró un envío de tres toneladas de marihuana.
Otra de las fuerzas de seguridad provinciales que tuvieron una presencia importante en el recuento estadístico de decomisos de marihuana fue la policía de Entre Ríos. Durante 2014, las autoridades provinciales habían incautado sólo 1256 kilogramos de marihuana. Pero en el segundo semestre del año pasado se dispararon las cifras de decomiso por parte de la policía entrerriana: se capturaron 12 toneladas.
La particularidad de las incautaciones realizadas por la policía de Entre Ríos tiene que ver con la cantidad de operativos, ya que ese volumen de droga fue alcanzado con muy pocos golpes, incluida la captura en agosto pasado de un camión en Villaguay con seis toneladas de marihuana.
Entre las fuerzas federales y dos de las policías provinciales llegaron a más de 152 toneladas de marihuana decomisadas durante 2015.
En esa estadística de captura de marihuana se incluye, además, que las seis toneladas fueron encontradas por las patrullas del Ejército. Si bien las patrullas militares desplegadas en la frontera norte consiguieron dar con esos cargamentos, el decomiso en sí mismo fue entregado a Gendarmería o Prefectura para que las causas tuvieran valor judicial.
En las fronteras
Los militares patrullan zonas de fronteras no habitadas como una forma de compensar el retiro de algunas unidades de la Gendarmería, que fueron utilizadas para contener el avance de la delincuencia en zonas urbanas. La posición del Ministerio de Seguridad de la Nación es modificar ese despliegue en el Norte para fortalecer la presencia de gendarmes en zonas fronterizas.
La frontera norte será uno de los puntos en los que se prestará más interés en el plan de seguridad que empezó a ser consensuado en la última reunión del Consejo de Seguridad Interior. En ese cónclave, prácticamente todos los ministros de Seguridad provinciales expresaron que el narcotráfico es la principal preocupación en sus distritos.
El aumento de los niveles de captura de marihuana -situación que va en ascenso año tras año- apuntala esa percepción política sobre la penetración narco en todas las provincias. Es que la marihuana sólo tiene destino de mercado local, a diferencia del tráfico de cocaína, cuyos cargamentos decomisados tanto pueden ser dirigidos al narcomenudeo como a mercados internacionales.
Ese aumento en la circulación de la marihuana también está rodeado de un crecimiento del consumo de esa droga, tal como es expuesto en varios informes de la Sedronar y de otros organismos provinciales que estudian las adicciones. Por ejemplo, entre 2011 y 2014 se elevó un 46,7 por ciento el consumo de marihuana entre estudiantes porteños de nivel medio.
Las más de 150 toneladas de marihuana incautadas durante 2015 tienen un costo en el mercado de unos 500 millones de pesos, según los valores de referencia que manejan las fuerzas de seguridad, publicó La Nación.