De ANÁLISIS DIGITAL

Mulet, Pagliotto y Vernengo se sentaron en el Salón Lucio Dato del Colegio de Abogados, para hacerse preguntas junto a periodistas, legisladores provinciales de Cambiemos y la UCR, y letrados que presenciaron la conferencia este martes.

Contaron cómo encontraron ayer el estudio ubicado en calle Laprida, en pleno centro cívico de la capital entrerriana. Llamaron la atención sobre la cantidad de oficinas públicas que hay en la zona, que ameritan presencia policial. Sin embargo, nadie vio ni escuchó nada.

Señalaron que del estudio se llevaron dos pen drive con información; un celular que alojaba datos de agenda en la memoria -pero que no estaba en funcionamiento porque habían dado de baja el chip -; una computadora All in one; una foto de la hija de Pagliotto, que arrebataron levantando el vidrio de su escritorio; y documentación vinculada a las causas de corrupción política. “Revolvieron todo”, resumió Mulet y acotó: “Cuando levantaron rastros, sólo encontraron dos huellas digitales que tal vez sean nuestras”.

Incluso, los abogados relataron que se llevaron un informe sobre el cual aún no tenían pruebas concretas, donde aparecían vinculaciones de hombres allegados al oficialismo entrerriano, con el negocio del narcotráfico en la región, a partir del uso de bienes y dineros públicos. "Recordemos que hubo una detención de un chofer del ex gobernador. La información venía de parte de fuerzas de seguridad nacional. Lo estábamos investigando”, se indicó. Sobre esto, el abogado Mulet dijo que aún no se había presentado en la Justicia. “También se llevaron el informe sobre narcotráfico en Entre Ríos, donde hacíamos referencia a algunos narcotraficantes y una posible connivencia con la banda Los Monos. Algunos de sus integrantes habrían sido escondidos en la provincia, cuando se los buscaba en todo el país”, agregó.

“Como en las denuncias por corrupción que he hecho hay mucha gente de Concordia, yo creo que se equivocaron al llevarse una carpeta mía que decía ‘Área Concordia’, pero que pertenecía a mi actuación como querellante en las causas Harguindeguy y Díaz Bessone -por delitos de Lesa Humanidad cometidos en la última dictadura-”, dijo Pagliotto.

“Había dinero de la inmobiliaria que funciona en el mismo estudio, pero no tocaron nada”, contó Vernengo. “Sí nos alertó que faltara una foto de Rubén”, agregó. “Esto sucedió entre el sábado a la noche y el lunes a la mañana. El último que pasó por el estudio fue Rubén, el sábado cerca de las 22. Después nadie volvió hasta el lunes”, indicó.

“Soy amigo del ex subjefe de la Policía de la provincia, el comisario (Juan Ramón) Rosatelli, durante ocho años lo asesoré. He logrado muchos contactos y así como hay gente que no me quiere en la fuerza, hay gente que sí me quiere. A raíz de eso, ayer un policía nos advirtió que estaban por armar una operación para presentar que la puerta de ingreso había sido barreteada desde adentro, para presentar esto como un auto-robo, una cuestión armada. Inmediatamente que llegué el lunes, hicimos responsable al gobernador Bordet mediante una nota directa por nuestra seguridad personal, de nuestras familias y nuestros bienes”, acotó Mulet y añadió: “Llamé muchas veces al jefe de Operaciones de la Policía, el comisario Escalante, pero nunca me atendió. Le mandé un mensaje poniéndolo en auto de la situación, jamás me contestó. Incluso me comuniqué con la Jefatura y le hice saber al comisario Gustavo Maslein lo que estaba sucediendo. No le robaron a cualquiera, sino al presidente del Colegio de Abogados de Paraná, en calle Laprida, a la vuelta de la Jefatura de la Policía de la provincia, con consignas policiales en cada esquina y donde el jefe político de la Policía es uno de los denunciados”, alertó Mulet. ¿Qué seguridad podemos tener nosotros, cuando mediante un handy, cualquiera que intervenga la frecuencia policial sabe a qué hora salimos y entramos?”, se preguntó luego.

“Estaban absolutamente conscientes de que no había nadie en el estudio y entiendo que había una zona liberada para ingresar. Lo grave es el mensaje mafioso respecto de la foto de la hija de Rubén Pagliotto”, alertó.

Contaron también que ninguna autoridad del gobierno provincial se comunicó con ellos, luego de sucedido el hecho. “Ni siquiera el jefe de Policía o ningún comisario”, lamentó Mulet.

“Alrededor de un 80 por ciento de la información que se llevaron ya estaba presentada en la Justicia. Pero al relato lo vamos a poder reconstruir porque lo llevamos en la cabeza”, señaló Pagliotto. “No venían por dinero ni por objetos de valor, sí venían a sustraer algún dato o información que pudiera comprometer a alguien directa o indirectamente, o que tuviera que ver con algunas de las tantas causas de corrupción que llevamos con Mulet”, asentó Pagliotto.

“Para aquellos justificadores desilustrados de ocasión, que quieren pretender hacernos creer que esto fue un auto-atentado, imagínense que si hubiera sido de adentro hacia afuera, los vidrios -por una cuestión de la física explotan y son eyectados hacia afuera-, pero los vidrios estaban adentro y la mueca que dejó la barreta estaba afuera”, graficó Pagliotto.

Los abogados contaron también que en tantos años de trabajo, “jamás” vivieron algo de estas características. “Nunca me llamó un gobernador, nunca un ministro, aún investigando al mismo gobierno. La vara moral ha bajado. Hoy tenemos políticos vulgares en lugar de los políticos ilustrados que supimos tener en otros tiempos. Muy mal habla de esta Entre Ríos, un gobierno de bandidos”, contextualizó Pagliotto y cerró: “Hacemos responsable al gobernador por haber permitido que esto llegue hasta acá y de lo que nos pueda suceder a nosotros, a nuestras familias o seres queridos. Lo hacemos personalmente responsable a Gustavo Bordet”.