Subrayó que uno de los principales problemas que ve en esa ciudad es “que los vecinos no se sientan parte del municipio, que el gobierno no los represente. Esto es grave”, calificó.
Mencionó que “la inseguridad ciudadana, la droga son dos nudos que exigen una fuerte acción política que lamentablemente no está. Sin las pequeñas grandes obras que necesitan los vecinos y sin intervenir frente a sus problemas, como los robos, tenemos que decir que el desamparo es uno de los mayores problemas para los vecinos”, resaltó.
“Yo recorro barrios, converso con vecinos, con sectores intermedios, organizaciones sociales y hay un común denominador”, advirtió en declaraciones a Radio Máxima y especificó diciendo que “se quejan porque no los atienden, no los escuchan. Un gobierno que no interpreta la demanda ciudadana está en problemas, y más aún si tampoco recibe sus aportes”.
Asimismo, dijo que en la ciudad se hace una encuesta para ver de qué color se pinta un puente, pero no se consulta a los vecinos “para ver qué es lo que necesita con urgencia en su barrio. Nosotros queremos preguntar por el destino del frigorífico, por la ubicación de tribunales, porque buscamos una construcción urbana en la que los ciudadanos se sientan comprendidos. La participación debe ser plena, tangible y concreta”.
Sobre la droga
“Esta es sin duda la pregunta que nos hacemos todos. Acá insisten en tapar el sol con las manos”, respondió y prometió: “Voy a trabajar a brazo partido para terminar con la droga, para rescatar a los chicos que consumen y para terminar con los narcotraficantes que nos arrancan los gurises de los brazos. En eso hay que ser implacable. Caiga quien caiga”, resaltó.
“No vamos a conformarnos con que nos digan que secuestraron unas plantitas, queremos ir por los grandes traficantes que amenazan a nuestros hijos, que (como dijo Bergoglio) les venden la muerte en la puerta de la escuela”, enfatizó.
Sostuvo que “es preocupante que frente a la voz de la Justicia, como fue la de García Jurado que denunció que de cada diez chicos, ocho están drogados y la del obispo Lozano, el poder político, que es paradójicamente, el Ejecutivo, mire para otro lado”, lamentó. También, admitió “que no encuentro una explicación lógica a esta negación oficial”.
Destacó que, “ante el silencio oficial, nosotros nos hacemos cargo desde ya mucho tiempo de este tema. Hablamos con Sánchez, nos reunimos con Lozano, fuimos a ponernos a disposición de la familia Maglione que fue amenazada otra vez”.
Aseguró que desde el sector que lidera en la ciudad “sabemos que la droga es un flagelo que crece aritméticamente y que si no hay reacción nos convertimos en un Estado fallido, una región liberada al calor del poder político. Nosotros, no vamos a dejar que eso pase y esta definición no está atada a ser gobierno. Es una definición política y de vida”, se comprometió. Además, reflexionó que “no podemos ser indiferentes al dolor de las familias a la que se les escurre un hijo por la droga. No miramos para otro lado”.