A Lionel Messi no se le encuentra rival. Los medios españoles lo buscaron en Cristiano Ronaldo en varias oportunidades y sobre todo en el último clásico con Real Madrid y el argentino fue tan superior que la discusión falleció rápidamente. Esta vez el que cargó con la responsabilidad de hacerle sombra fue Neymar y la historia se volvió a repetir. La Pulga demostró que es el mejor.
El rosarino marcó dos tantos en la victoria 4-0 de Barcelona sobre Santos y fue la gran figura en la final del Mundial de Clubes, que regresó a Japón. No sólo abrió y cerró la cuenta de los catalanes en el partido con dos definiciones exquisitas, sino que manejó los hilos e hizo los méritos suficientes como para terminar con cualquier discusión de cara al próximo Balón de Oro.
Xavi Hernández y Cesc Fábregas anotaron las otras dos conquistas del conjunto Blaugrana, que alcanzó por segunda vez esta corona tras imponerse en 2009 frente a Estudiantes. Lejos estuvieron los brasileños de hacerle algo de fuerza a uno de los mejores elencos de todos los tiempos y Neymar resumió el cotejo en seis palabras: “Hoy aprendimos a jugar al fútbol”.
De esta manera, Barcelona, que contó con Javier Mascherano a partir de los 11 minutos del segundo periodo en reemplazo de Piqué, cerró un gran año: ganó la Liga local, la Champions y la Supercopa de España y de Europa. En tanto, Messi se adjudicó el premio al futbolista más valioso del certamen, por delante a Xavi y de Neymar, consigna TyC Sports.