La medida fue resuelta ayer, a dos días del inicio del juicio oral y público contra quien fuera ministro del Interior durante la dictadura que encabezó Jorge Rafael Videla, entre 1976 y 1981, período en el que se produjo la mayoría de los crímenes de la dictadura.

Esta será la primera vez que Harguindeguy será sometido a juicio por su actuación durante el terrorismo de Estado. Desde el Ministerio del Interior tenía bajo su órbita los centros clandestinos de detención, tal es el caso de la Policía Federal de Concepción del Uruguay, donde estuvieron secuestrados y fueron torturados estudiantes secundarios, dirigentes sindicales y políticos; y los regimientos de Concordia y Gualeguaychú.

“Era el ideólogo del plan y el jefe de las fuerzas de la represión”, sintetizó la abogada querellante María Isabel Caccioppoli, sobre el rol que le cupo.

Varela indicó que el juicio comenzará este miércoles y habrá otros siete represores sentados en el banquillo de los acusados: el exjefe del Regimiento de Concordia, Naldo Miguel Dasso; el exjefe del Regimiento de Gualeguaychú, Juan Miguel Valentino; quien fuera jefe de Sección en esa guarnición, Héctor Carlos Kelly del Moral; el exjefe Departamental de Policía de Gualeguaychú, Marcelo Alfredo Pérez; el exjefe de la División de Operaciones y Seguridad de la Policía, Juan Carlos Mondragón; y los policías federales Francisco Crecenso y Julio César Rodríguez. Todos están bajo arresto domiciliario.

Los represores están acusados por las desapariciones forzadas Sixto Francisco Zalasar, Julio Alberto Solaga, Norma Beatriz González y Oscar Alfredo Dezorzi, aunque también por otros 25 casos de privaciones ilegítimas de libertad y torturas cometidas en Concordia, Gualeguaychú y Concepción del Uruguay.

Sin defensa

Otro de los imputados, Naldo Miguel Dasso, se quedó sin abogados hace unos días, ya que Alfredo Battaglia y Luis Fernando Velasco renunciaron a representarlo en el juicio porque, según dijeron, no pudieron coordinar la manera de ejercer la defensa, por lo que el represor será asistido por el defensor oficial, Mario Franchi.

Durante la última dictadura, Dasso fue jefe del Área Militar 225, con jurisdicción en Concordia y Federal, y entre octubre 1975 y octubre 1977 estuvo al frente del Regimiento de Caballería de Tanques, donde funcionó un centro clandestino de detención por el que pasaron, entre otros, Jorge Emilio Papetti, Julio Alberto Solaga y Sixto Francisco Zalasar. Los tres permanecen desaparecidos.

Battaglia y Velasco, que lo representaron durante la instrucción, integran la Sociedad de Abogados Penalistas de Buenos Aires y la Corporación de Abogados Católicos, espacios desde donde se cuestionan los procesos judiciales por delitos de lesa humanidad como “instrumentos de revancha y de represalia política”.

De hecho, la Sociedad de Abogados Penalistas es un foro del que participan exmagistrados y funcionarios de la dictadura que actualmente integran los equipos de defensa de los represores. Battaglia, por caso, fue camarista durante la dictadura y luego ejerció la defensa de Leopoldo Fortunato Galtieri en el Juicio a las Juntas, publicó El Diario.

Raquel Negro

Por otra parte, el periodista se refirió a la sustracción del hijo de Raquel Negro, por lo cual está imputada Norma Ramos, “quien fue celadora de la policía de Rosario en la dictadura”.

La mujer fue indagada en Paraná en el marco de la causa que investiga qué destino tuvo el hijo varón de la ex militante de Montoneros, Raquel Negro, quien dio a luz a mellizos en el Hospital Militar de Paraná en plena dictadura militar.

“Todo esto es según la versión que brindó Oscar Kopaitich, quien dijo que la nena (Sabrina Gullino) fue recibida por la celadora que entregó el niño a Paul Navone, un integrante de la patota del Ejército, especialista en Inteligencia, que solía formar parte él mismo de los operativos de calle en “la lucha contra la subversión”, manifestó el periodista.

Navone armó un “equipo de trabajo” con agentes del Destacamento de Inteligencia 122 que solían pedir colaboración a policías locales.

“También dio algunos detalles de cómo Negro fue trasladada a Paraná y cuestiones que tienen que ver posteriores al parto. Esto es una parte de todo el horror que hubo durante la dictadura. Acá hay historias terribles, pero que forman parte de la tragedia colectivo que hubo durante esos años”, finalizó Varela en declaraciones al programa A quien corresponda (Radio De la Plaza).