Para esta exposición, el fotógrafo Martín Kraut recorrió 30 sitios que fueron utilizados dentro del circuito represivo durante la última dictadura militar en distintas localidades del país. Imágenes impactantes muestran el horror desde adentro. “La huella de alguna manera está viva en esos lugares y contiene un poco de lo que sucedió”, destacó el expositor en la apertura de la muestra.

Ahora, se sumarán nuevos registros, en este caso, de los Cuarteles de Paraná; siendo el Batallón de Comunicaciones el más grande centro clandestino de detención de la provincia de Entre Ríos durante la dictadura. Lo que llaman “Comunicaciones” es el Batallón de Comunicaciones del Ejército, ubicado en la sede del Comando Segunda Brigada Blindada General Justo José de Urquiza, en Avenida Ejército 1999, detrás de lo que se conoce como el Hotel de los Inmigrantes. Comenzó a operar el mismo 24 de marzo de 1976 y se calcula que por allí pasaron más de un centenar de detenidos-desaparecidos, desde el destituido mandatario provincial Enrique Tomás Cresto y la cúpula del Gobierno, hasta dirigentes gremiales, estudiantes secundarios y militantes políticos y sociales.

Registro

Se calcula que en la Argentina funcionaron unos 500 centros clandestinos de detención durante la última dictadura.

El versátil Martín Kraut recorrió esos espacios del horror y lo plasmó en un documental fotográfico que se presentó en la Cámara Federal de Apelaciones de Paraná.

La muestra “Centros Clandestinos de Detención, hoy” comprende un recorrido por 30 lugares que funcionaron bajo la órbita del Servicio Penitenciario Federal, Fuerza Aérea, Ejército, Armada, Policía Federal y provinciales. Son poco más de 300 fotografías que muestran cómo se encuentran actualmente las instalaciones en las que funcionaron casas de torturas en distintas jurisdicciones del país.

Algunas de las imágenes son impactantes, otras representan espacios vacíos. En una de ellas se ve apenas un pájaro reposando sobre un poste en una alameda, a un costado del camino de cintura, en Bahía Blanca, donde supo estar La Escuelita. Hay sitios que han sido deliberadamente transformados para cubrir las huellas del horror. En algunos lugares se ven solo cimientos de lo que fueron, como La Calamita, donde se percibe la estructura derruida de una construcción en desnivel, que delata el sótano por el que pasaron decenas de detenidos políticos rosarinos en los primeros años del terror.

Por la memoria

Kraut tiene 28 años, trabaja en el Centro de Información Judicial, pero también es director cinematográfico y ha realizado cortometrajes de ficción, documentales, trabajos publicitarios y videoclips, además de exposiciones fotográficas. “Yo no viví el período de la dictadura y era muy pequeño cuando recuperamos la democracia. Soy alguien mirando una huella desde otra época. Aquí no estamos viendo algo que sigue aconteciendo, pero la huella de alguna manera está viva y contiene un poco de lo que sucedió”, explicó el fotógrafo sobre sus vivencias al momento de recorrer cada uno de los sitios que utilizaron los militares, publicó El Diario.

La muestra está instalada en la sede de la Cámara Federal de Apelaciones, sita en 25 de Mayo 256 de la capital entrerriana, y se puede visitar de lunes a viernes, de 7.30 a 13.30, con entrada libre y gratuita.