
Entre las medidas primarias, para el ordenamiento y conservación de la Reserva, el recorredor deberá atender los aspectos relacionados al ordenamiento del estacionamiento de los vehículos, dejando sentado que el mismo deberá realizarse en todos los casos del lado Oeste del camino costero Sur, para preservar el estado de la costa.
Asimismo, estará a cargo del control del fuego en el área, ya que no está permitido su uso en áreas protegidas. Durante una primera etapa, podrá permitir excepciones, siguiendo el criterio de buscar una adaptación gradual por parte de los visitantes a las nuevas medidas a implementarse en el sector. Entre ellas, podrá posibilitar el uso del fuego –por única vez para cada grupo de visitantes y exclusivamente durante la mencionada etapa de adaptación, conformada por el primer año de trabajo del agente recorredor en el área-, siempre y cuando el sitio elegido para el fuego no afecte la flora nativa, y cuidando que no se utilice como leña dicha vegetación.
Por otra parte, estará a cargo de la realización de tareas de limpieza y mantenimiento de la Reserva, y control de la depredación de flora y fauna (control de la incursión de cazadores furtivos en el litoral sur y control de desmontes -o limpieza de sotobosque- que se pretendan desarrollar sin permisos oficiales en el sector de la ribera Sur). Dichas tareas apuntan a la conservación de la vegetación nativa, protección de la fauna y conservación de la riqueza ictícola.
La ribera Sur de Colón contará con un recorredor municipal y un recorredor honorario, los cuales complementarán sus horarios y tareas. Los mismos ya han sido designados y han recibido ambos las credenciales que los avalan. Prontamente se les entregará también el uniforme que los identificará como cuidadores de un área protegida.