“Es necesario que los familiares entiendan que existen garantías y derechos de los que el imputado goza, y hasta que no se demuestre lo contrario no es culpable”, explicó Martínez.
“Los crímenes provocan un efecto muy pernicioso en la familia, genera una inestabilidad emotiva y psicológica que lleva a un quebrantamiento insostenible en algunos casos”, manifestó en declaraciones al programa A quien corresponda (Radio De la Plaza).
“En todo suicidio siempre hay un mensaje, puede ser escrito o no, quizás en este caso tuvo que ver con alguna hora o fecha de la decisión del suicidio”.
El letrado indicó además que “cuando los familiares ven al agresor en libertar no pueden entender la situación y les provoca mucha impotencia e incomprensión, pero es necesario aclararles que siempre es inocente hasta que no haya una sentencia firme”.
Finalmente explicó que al fallecer los padres, que eran los querellantes, ahora los hermanos de Leandro deberán hacer una nueva presentación para constituirse como tales.