El actor Luis Brandoni avaló las sanciones a aquellos dirigentes que integran listas de otros partidos. Luego de que el Comité Provincial expulsara a los diputados Solari y Monzón, el dirigente dijo que ese tipo de decisiones es “algo normal”. Brandoni estuvo en Paraná para disertar anoche, en la Biblioteca Popular, sobre cultura y política, y respaldar al candidato radical a intendente, Sergio Varisco.

Quien fuera candidato a senador nacional por la provincia de Buenos Aires, y ahora no tiene “nada pensado” sobre su futuro político, expresó su visión sobre la coyuntura de la UCR. “Está en una situación sumamente complicada, que nos preocupa a todos. Habrá que ver cómo saldamos esta elección en todos los niveles y después tomar el toro por las astas y definir qué es lo que queremos del partido”, señaló.

“En esa definición van a quedar los que quieran quedar, y a los que se han marchado que los ayude la suerte. No por ser represores, sino porque el partido tiene que velar por aquellos que se quedan, porque sino va a resultar que quien estuvo 30 o 40 años en el partido se sienta un tonto”, amplió.

Consultado sobre si los radicales K o díscolos merecen una sanción, como sucedió el fin de semana en Entre Ríos, enfatizó: “Sin duda alguna, es normal. Un partido político no es una tienda donde a veces uno va y otras veces no va. Un partido político es un compromiso serio. Por respeto a la historia de más de 115 años de este partido, hay que tomar las medidas que correspondan”.

Incluso afirmó que “si esos malos ejemplos no son sancionados, el partido se disuelve, estalla”. Y agregó: “En defensa propia, hay que hacerlo”.

Política cultural

Respecto de lo que sería su charla de anoche, Brandoni manifestó que “la política cultural de un gobierno, sea nacional, provincial o municipal, va un poco más allá de los aspectos del movimiento artístico-cultural”. Y amplió: “Necesitamos hablar de la cultura también como formas de convivencia en la comunidad, de lo que en general no se habla”.

Por ejemplo, mencionó “la desaprensión con respecto a la cosa pública, el destruir desde el banco de la escuela a las veredas y los monumentos. Pareciera ser que la sociedad argentina guarda un cierto rencor, vaya a saber por qué razones, y arremete contra las cosas públicas”.

A ello sumó un sinnúmero de “pequeños gestos cotidianos” en los que los argentinos demuestran lo mal que se tratan entre sí. “La medida del progreso cultural de la Argentina va a estar dada en tanto y en cuanto uno entre a un baño público y nadie se haya robado el papel higiénico”, graficó.

En ese sentido, opinó que el presidente Néstor Kirchner “legitima la prepotencia como forma de comunicación; pareciera ser que está cómodo en ese clima áspero, tenso, crispado”. Aseguró que tampoco “tiene en cuenta que el soporte fundamental de la democracia es el respeto de la mayoría por las minorías”.

Fuente. Uno