A pocos minutos de reanudar el operativo, encontraron pequeñas huellas de manos apoyadas sobre el suelo y lo que podrían ser dos marcas de las rodillas de un niño.“Son marcas de chico y este lugar no es frecuentado por chicos”, dijo el comisario, quien agregó: “Lo único seguro que tenemos es la certeza de que ingresó al monte”.
Sin embargo, explicó que “muchas veces, cuando (las personas perdidas) escuchan ruidos, se asustan y en vez de acercarse a la gente, por el contrario se alejan”.
El complicado rastrillaje que se reinició esta mañana, se hace difícil por la espesura de la vegetación en la zona del monte que hasta el momento no se había examinado. Según publicó Once Digital, se trata de un monte bajo, cerrado y muy sucio, de mucha maleza, que se extiende en unas 150 hectáreas. Finalmente, el funcionario policial adelantó que “se hará un pasaje con el helicóptero para cuadricular el sector pero es difícil porque no se ve nada para abajo”.