Se fue Américo Rubén Gallego escondido en el auto de Enrique Borrelli. Ni el más pesimista podía intuir que el Tolo, pedido por toda la gente de Independiente, iba a terminar su ciclo huyendo en el coche de su ayudante de campo, con el equipo hundido en el descenso y a 10 partidos del final.
Pero el Rojo ya tiene a su reemplazante. Después de decir que no al mediodía, por la noche de este lunes, Miguel Ángel Brindisi aceptó el ofrecimiento de Javier Cantero y se convirtió en el técnico que intentará salvar al equipo de caer a la B Nacional.
Javier Cantero, presidente del club, fue a buscar a Julio Falcioni primero y a Jorge Fossati después. El primero esquivó la oferta a través de su representante que dijo que “Julio no quiere dirigir en el corto plazo”. Y el uruguayo, que tenía previsto un viaje a Qatar para escuchar una oferta, pidió tiempo y el club no lo puede esperar, entonces la respuesta fue negativa. Nadie se quiere “quemar” ante la posibilidad cierta de descender con el Rojo.
Luego, el presidente fue por Brindisi y el que lo sacó campeón en 1994 le dijo que “en este momento estoy en otra etapa de mi vida y también con posibilidades de dirigir al exterior. El director técnico tiene que estar al 1000 por ciento”.
Se caía otro candidato y algunas miradas ya apuntaban a Gabriel Milito, quien se acercó a la práctica por la mañana a visitar a sus ex compañeros, a dar la cara y a poner el hombro ante la difícil situación.
Pero en Avellaneda sonó el teléfono y desde la AFA una voz muy importante le recomendó a Cantero que vuelva a insistir por Brindisi. Y así fue. Por la noche se reunieron y rápidamente llegaron a un acuerdo.
El Rojo tiene DT. ¿Podrá Brindisi salvarlo del descenso? Este lunes comenzó con la buena noticia: de la derrota de Quilmes.