En este caso también se trata de un hombre joven, quien falleció en el hospital de Emergencias Clemente Álvarez, de Rosario. La hipótesis se refuerza en la confirmación de que el muchacho que falleció la semana pasada también estaba afectado por hantavirus.
Mangiaterra, según publicó La Capital de Rosario, explicó que el joven estaba afectado por síntomas que son más compatibles “con hantavirus que con leptospirosis desde el punto de vista clínico, pero desde el punto de vista de laboratorio se le realizaron muestras cuando se internó y el resultado dio negativo para leptospirosis. Igual no es concluyente porque deberíamos haber hecho otro a los cinco días”.
Además, sostuvo que la hipótesis de que sea hantavirus “se refuerza con el hecho de que el informe de laboratorio del chico de 20 años que falleció hace diez días, nos da que es hantavirus”.
Esta confirmación trae preocupación. “Esto no trae tranquilidad tampoco, no es un cambio beneficioso, porque la leptospirosis tiene un tratamiento de antibiótico específico en cambio el hantavirus es un virus en el cual no son efectivos los antibióticos, tiene otras complicaciones, la cadena epidemiológica es similar. Hantavirus es tan complicado como leptospirosis”.
Mangiaterra explicó que la proliferación de estas enfermedades es multicausal. “Es por las condiciones ambientales y la confluencia de roedores en la isla. Es la creciente del río, algún fenómeno ecológico como puede ser la disminución de depredadores, que no hubo incendios. La gran concentración está en la isla, es importante aclarar que el foco no está en el ámbito urbano”.
“Las precauciones son andar calzado en la isla, no manipular las cosas del suelo sin guantes, lavarse las manos continuamente. Los roedores con su andar y su orina están contaminando los charcos, el agua pero más al interior de la isla, en el canal el agua es muy caudalosa y se limpia”, aclaró.
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