Las cinco petroleras denunciadas por el gobierno -YPF, Shell, Petrobras, Esso y Oil- recibieron este martes la convocatoria para sentarse a dialogar, aunque no trascendieron mayores detalles del encuentro. Igualmente, se descuenta que el objetivo oficial es encontrar una solución para que el despacho de combustible para las empresas de transporte de carga y de pasajeros vuelva a incluir una bonificación por volumen, ante una eventual eliminación de los subsidios que otorga el Estado nacional a las compañías de transporte.
Hoy las empresas de colectivos y de cargas pagan por el combustible 97 centavos por litro, cuando el precio en los surtidores ronda los 4,8 pesos. La diferencia -al menos hasta ahora- corre por cuenta de las arcas nacionales.
“Históricamente las empresas de transporte recibíamos el gasoil entre 10 y 15% más barato porque comprábamos a granel y además habíamos hecho inversiones importantes a pedido de YPF y el resto de las petroleras para montar instalaciones de tancaje en nuestras plantas. El problema es que en los últimos meses esta ecuación se modificó, y lejos de tener una bonificación por volumen hoy estamos pagando precios más altos”, se quejaron en una empresa de transporte que motoriza algunas de las denuncias contra las petroleras.
Según explicó el lunes el gobierno, las autoridades se hicieron eco de una denuncia presentada por ocho cámaras del sector del transporte contra las cinco petroleras que controlan el negocio del abastecimiento de combustible a nivel mayorista. De acuerdo con la versión oficial, hoy las petroleras están cobrando sobreprecios -que en algunas plazas treparían hasta el 30 por ciento- por la entrega del combustible en las plantas de los clientes.
Si bien la denuncia incluyó a las cinco grandes petroleras, por el momento la única empresa que respondió públicamente a las acusaciones oficiales fue Shell. A través de un comunicado, la petrolera angloholandesa negó estar aplicando precios diferenciales y afirmó que la brecha entre el valor de venta granel y en el surtidor no supera el 1 por ciento.
En la presentación de la denuncia, el propio ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, dejó entreabierta la puerta para una negociación al asegurar que confiaba que en el caso puntual de YPF se iba a encontrar un “rápido diálogo”. La alusión a la buena voluntad de la empresa controlada por la española Repsol y la familia Eskenazi no es un dato menor, teniendo en cuenta que YPF controla dos tercios del gasoil que consumen las empresas de transporte, consignó La Nación.
Además de evaluar como un dato positivo la decisión del gobierno de avanzar en un tipo de negociación, en las petroleras reconocieron que detrás de la denuncia pública del último lunes se encontraría la intención oficial de dar un nuevo paso en dirección a la eliminación del esquema de subsidios que hoy rige para el transporte. Las primeras señales fueron la transferencia del subte al ámbito porteño y la eliminación de los subsidios a los ómnibus de larga distancia.