A continuación reproducimos la entrevista realizada por El Diario con Daniel Veronesse.

—Ahora que está más tranquilo, esperando irse a su casa, ¿qué pasa por su cabeza sabiendo que no habrá otro entrenamiento?
—Muchas cosas, muy lindas, emotivas. Seguramente no va a ser fácil olvidar en mi vida el paso por Paraná. Por lo que se logró, cómo vivo acá. Sensaciones que quedan en el recuerdo y en el corazón.

—¿Sensaciones encontradas?
—Totalmente. La balanza se inclina más para lo positivo, indudablemente en un porcentaje muy alto.

—Al manifestar esas sensaciones encontradas y que no va a olvidar su paso por Paraná ¿está queriendo dar un mensaje?
—No, para nada. Se terminó un ciclo para mí, y para muchos. Una etapa, porque a uno se lo contrató para el Torneo del Interior y automáticamente quiso seguir en el Argentino B para establecerlo a Paraná en la categoría. Creo que para el club comienza otro tipo de etapa y estoy de acuerdo con José (Cáceres, el presidente) en que no se termina un proceso. Veremos si Veronesse está en esa nueva etapa o no. A mi parece que más allá del entrenador, es el club el que tiene que renovar ese proceso.

—El presidente de la institución dio un voto para su continuidad. ¿Está dispuesto a seguir?
—Primero quiero aclarar que José (Cáceres) para mí es un señor con todas las letras. Estuvo en los momentos buenos, regulares y malos; estuvo en decisiones puntuales, me bancó siempre y tuvimos un diálogo no solo en lo profesional, sino de lo afectivo y personal, cosa que no tuve con otros presidentes. Y otra persona es César (Fontana, el vicepresidente) que más allá de algún desencuentro, vi a un buen tipo, cosa que en lo que respecta a la profesión no se encuentra todos los días. Entonces, desde ese punto de vista quiero que al club le vaya bien. Tenemos que hablar en función del futuro del club, no en función del futuro de Veronesse. Hay que buscar lo mejor para la institución, y por eso nos debemos una charla en buscar justamente eso.

—¿Qué considera que es lo mejor para el club?
—Veremos la charla que tengamos.

—¿Lo mejor sería con Veronesse o sin Veronesse?
—No me creo tan importante. Sí es importante el club. El camino que uno dejó y seguir recorriéndolo. Hablando con Gustavo Osuna (otro directivo del club) hemos coincidido que van a llegar tormentas, hay que afrontarlas, y creo que ellos están con la capacidad de hacerlo. Veremos si va a ser juntos. No tengo ningún temor a los desafíos, siempre los he tomado. Pero tienen que darse muchas coincidencias dentro de los desafíos para pergeñar un objetivo.

—¿Qué tipo de coincidencias?
—Las hablaremos, puntuales, deportivas y extradeportivas. Un montón de cosas que seguramente estarán explícitas en una charla, una reunión, o en un contacto diario que siempre hemos tenido.

—¿Está con ganas de seguir?
—Me gustaría quedarme un par de años más. Si se consigue perfecto, si no se da estoy convencido de que en otro momento voy a volver.

—En esta primera experiencia de la institución en el Argentino B seguro que quedaron cosas por mejorar a futuro. ¿Por dónde pasa lo fundamental?
—Por todo. Por lo logístico, deportivo, laboral, lo puntual, porque como cuerpo técnico tenemos que reunirnos, sacar las cosas positivas que hemos hecho que creo fueron muchas más que las negativas. Pero también en ciertos momentos hay que analizar determinadas situaciones que no nos tienen que volver a pasar.

—¿Cuáles son esas situaciones que no tienen que volver a pasar?
—Queda en el vestuario.

—¿Hubo autocríticas por parte del cuerpo técnico?
—Siempre las hubo. Y siempre uno apuesta a la autocrítica porque creo que es lo mejor. Uno tiene la posibilidad de escuchar porque su palabra no es la absoluta y no todos vemos de la misma manera el fútbol. Y eso es lo mejor, porque así uno tiene la posibilidad de saber que hay otras cuestiones que se tienen que analizar, sino sería todo muy didáctico. Hay que ser plural como para buscar lo mejor dentro de la formación de un equipo, de una situación de trabajo, una determinación logística, un montón de cosas.

—¿También ha aceptado que un jugador le manifieste algo con respecto a lo táctico o que tenga que ver con el plantel?
—Sí, porque creo que al jugador hay que escucharlo. Mi vestuario siempre estuvo abierto, para todo. Para un problema familiar, para un inconveniente personal, para una cuestión táctica, para todo.

—¿Hubo cortocircuitos con algunos jugadores?
—Son cosas que pasan dentro del campo de juego, en un entrenamiento, de un trabajo, que quedan ahí nomás. Jamás hice público algo que fuese una situación interna.

—¿Puede explicar a qué se debió el desgaste que hubo entre el técnico y sus dirigidos?
—El desgaste ha sido generalizado. No te olvides que uno llegó el 14 de diciembre de 2009 y han pasado muchas cosas. Por ahí uno tiene una personalidad, una forma de actuar, de ser, y como cualquier trabajo, esto es muy desgastante. Han pasado cosas personales, puntuales, de trabajo, de partidos, no fue fácil afrontar un torneo con un plantel no digo reducido pero si ahí nomás. Entonces existen los desgastes lógicos.

—¿Se debe dar un recambio de jugadores para el próximo proceso, independientemente si sigue o no Veronesse?
—Tiene que haber un recambio de mentalidad, de plantel, y por qué no de técnico. Esas son cosas que se tienen que analizar en lo interno. Pero cuando se termina un ciclo, es lógico que tenga que darse un recambio. El balance no es solamente de jugadores y cuerpo técnico, sino de todo.