La recuperación de Ariel Ortega venía ganándose cataratas de elogios. Sus compañeros lo ayudaban, su técnico, Daniel Passarella, lo protegía, los dirigentes de River lo ponderaban. Y los hinchas soñaban con volver a tenerlo al cien por ciento, alimentados por su regreso a las canchas en el triunfo ante Racing, por el torneo de verano. Pero el Burrito no fue a la práctica de este lunes en Mar del Plata porque padeció un retroceso en el tratamiento por su adicción al alcohol. El hecho habría sido grave y se evalúa que continúe su recuperación en Buenos Aires. El presidente Millonario, José María Aguilar, fue categórico al respecto: “Me amargó el día”. En el entorno del jugador se habla de su retiro del fútbol.
Luego de la tarde libre que tuvo el plantel de River en su pretemporada en Mar del Plata, el Burrito sufrió una grave recaída. La adicción al alcohol es una enfermedad en la cual los retrocesos son tan comunes como peligrosos. Así, en la mañana de este lunes debió ausentarse del entrenamiento, para desazón de todos los Millonarios. Ante esta situación, se analiza que el jujeño abandone La Feliz y continúe con su tratamiento en Buenos Aires.
Los rumores dicen que el primer desencantado fue el técnico Passarella, a quien se le estaría acabando la paciencia. Que en el entorno del jugador se habla de un posible retiro. Y que el encuentro ante la Academia podría haber sido el último de su carrera.
El presidente José María Aguilar dialogó sobre el tema con La Red: “Estamos preocupados. Está con un problema médico, que tiene avances y retrocesos. Ahora estamos en un retroceso y eso nos preocupa”. Y confesó, desilusionado: “Me amargó el día”, da cuenta TyC Sports.