El Centro de Control de Tránsito y Transporte está trabajando las 24 horas desde su inauguración, el 5 de septiembre pasado, en el seguimiento del transporte urbano de pasajeros en su devenir de la ciudad y en la gestión de los datos que recoge vía GPS.
En las últimas semanas, la Central –que monitorea por pantalla los recorridos de todos los colectivos a lo largo y a lo ancho de la ciudad– ha estado organizando información acerca del servicio y emitiendo varios despachos diarios. Produce, además, documentos internos, que son recepcionados en la Dirección de Transporte municipal.
Con estas planillas, donde se consigna la cantidad de coches en circulación por cada línea y el grado de cumplimiento de las frecuencias, el área de Transporte decide de qué modo reclamar a las empresas concesionarias la regularización del servicio.
Si bien en algunos despachos de los últimos días –sólo se difunde la situación a la mañana– se ha reflejado una normal prestación del servicio, en otros se notan falencias, tales como importantes demoras en las frecuencias, y se destaca un hecho extraño: la falta de visualización de algunos coches en circulación, los cuales de pronto dejan de ser captados por el satélite. Esto sucede bastante a menudo, según lo que se lee en la información difundida por la Central de Control de Tránsito.
Según detalló El Diario, de la lectura de las planillas que envía la Central de Control municipal, surgen algunos datos preocupantes: entre ellos la exagerada dilación de frecuencias en ciertas líneas. Así, por ejemplo, el informe del 15 de octubre (11.30 horas) refleja un estado bastante irregular: en las líneas 1, 5, 6, 10, 11/21 y 22 se constata que “faltan coches en servicio”.
Asimismo, se tildan las frecuencias con atrasos “en más de diez minutos y hasta 40 minutos”. La línea 5 se veía demorada en 30 minutos. En tanto “faltan coches en las líneas 2, 4, 8 y 20”, se precisaba: la línea 7 con 30 minutos de atraso, la línea 20 dilatada en 19 minutos, y la línea 2, con 30 minutos de demora.
El 17 de octubre fue un día catalogado como “normal” en cuanto al funcionamiento del transporte público. El 18 sólo se vieron cuatro líneas con atraso, la más dilatada, en más de 20 minutos; y líneas 3 y 7 con 10 y 15 minutos de demora respectivamente.
Uno de los peores días fue el pasado viernes 21 de octubre. El panorama que traza el despacho de las 8.30 fue desolador: todas las líneas están “fuera de horario”, con frecuencias dilatadas entre 20 y hasta 55 minutos. “Faltan coches en servicio” en todas las líneas, estampa finalmente la Central.
Al mediodía, ese mismo día, no habían mejorado mucho las frecuencias: 12 de las 16 líneas que circulan en Paraná estaban marcadas como con “atraso”: es decir, el 75 por ciento de las líneas figuraban con las frecuencias dilatadas en torno a la hora pico.
El día 25 de octubre, el servicio aparece mejorado: todas las líneas con calificación “normal”, salvo demoras por la lluvia en la línea 5. El cuadro de situación consigna al pie: “Demoras ocasionales, tránsito en precaución por lluvias. La línea 5 no ingresa al barrio 41 Viviendas por mal estado de la traza vial (broza deficiente, zona anegadiza)”.
Además de las dilaciones en las frecuencias, marcadas con rojo en los informes, también se destaca con color la salida de pantalla de los coches, que dejan de vincularse con la Central de Control municipal. Así, por ejemplo, el cuadro de situación del 15 de octubre remarca con color que la línea 15 aparece sin señal de GPS. Con rojo, la Central destaca: “No se visualizan coches”.
El día 24 de octubre, a las 8.30 horas, de los ocho coches de la línea 5, la mitad habían desaparecido de las pantallas de los controladores (GPS sin funcionamiento), mientras que la línea 22, de una flota de diez coches, cuatro estaban sin señal.
El 25 de octubre, otra vez la línea 5 estuvo con dificultades de GPS: cuatro unidades sin señal, mientras que cuatro coches de la línea 22 también se esfumaron de las pantallas.
Los datos permiten hacerse una idea del seguimiento detallado de recorridos y horarios que se está haciendo desde la flamante Central de Control y de los ajustes urgentes que aún deben hacerse en el servicio de transporte público de Paraná. Pues si bien se ha renovado gran parte de la flota, con muchos colectivos 0 kilómetros, el incumplimiento de las frecuencias sigue constatándose casi diariamente, y con dilaciones francamente inadmisibles.
Por su parte, Cabillolis explicó el funcionamiento del área: “Nosotros desde la Central de Control monitoreamos y elevamos informes a la Dirección de Transporte, que es el órgano de contralor y quien debe en cierta forma llamar la atención a la empresa para que cumplimente las ordenanzas en vigencia” vinculadas con el transporte.
Y añadió: “Los que hacemos es administrar los datos e informarlos a quien corresponde. Dado que la mayoría de las personas que cumplen servicio en la Central han desarrollado actividades en vía pública, habíamos solicitado que se nos habilitara a labrar actas de comprobación a las unidades en falta y a las mismas empresas, pero esto fue denegado. Es la Dirección de Transporte la que sanciona”.
Luego explicó que desde la Central se puede “visualizar dónde se encuentran los coches, la velocidad que desarrollan, se sabe si están adelantados, en horario o atrasados. A veces se pierde la señal”, dijo. “Las unidades, al día de hoy están todas con el sistema GPS en pleno funcionamiento, e inclusive ha sido recalibrado hace diez días. Todas las unidades en funcionamiento son visualizadas, e inclusive las que están fuera de servicio, pues la señal sigue emitiendo, aún cuando están en el galpón”, finalizó diciendo.
Consultado acerca de las fallas en el sistema GPS de los colectivos, Farías explicó que “hay lugares en la ciudad en donde se pierde la imagen”. Los aparatos de navegación por GPS (Sistema de Posicionamiento Global) están vinculados con satélites que orbitan alrededor de la Tierra, y cubren toda la superficie del planeta, por lo cual por lo general es muy difícil que se pierda la conexión. Si esto sucede, es por pocos minutos, en el caso de los aparatos más convencionales, de uso masivo. En la zona de Paraná, suele perderse la señal del satélite sólo cuando el auto cruza el Túnel.
Sin embargo, el sistema en los colectivos parece ser más complejo. “Hay mucha cuestión de señal por allí, de acuerdo al sector que tiene cada línea hay lugares de la ciudad donde se pierde la imagen y se vuelve a retomar automáticamente. Cuando nos han pasado esas cosas, hemos intimado".
Y agregó: "A veces se visualizan diez coches cuando debe haber 12, se pierde la señal y comienza nuevamente a funcionar. Es un problema de sistema, es natural, depende de las máquinas. Es rutinario en muchos horarios que se pierda la señal. Con los aparatos que tenemos nosotros, suceden cuestiones”, dijo el director de Transporte.
En cuanto a la acusada dilación de las frecuencias en algunas líneas, explicó que cuando hay problemas, “informamos a la empresa para que regularice la situación”. Explicó que “los atrasos pueden deberse a un montón de factores” y consideró que “las caravanas” de campaña que se sucedieron en los días previos a las elecciones, pudieron “influir, a causa de los desvíos y esas cuestiones”.
Por último, manifestó: “Es normal que suceda: cuando detectamos el tema, levantamos el teléfono y empezamos a ver qué está pasando, puede ser una cuestión de tránsito, oclusión, un accidente, los semáforos que no están tan sincronizados, hay diferentes problemas atraso, esto no significa que la frecuencia no se cumple”.
Foto: El Diario.