El represor venía cumpliendo prisión domiciliaria provisoria desde noviembre de 2012, luego de que se le practicara un triple by pass coronario. Pasados más de 90 días, la fiscalía solicitó que se practicara una nueva evaluación médica, para determinar si continuaban las razones para mantener ese beneficio. Los forenses aconsejaron que siguiera con encierro domiciliario, debido a su “alto riesgo cardiovascular”, supo Uno.
Luego, un informe pericial el 12 de julio expresó que Zapata podría estar alojado en una unidad penitenciaria siempre y cuando allí pudiera ser controlado de su diabetes tipo II y su “cardiopatía isquémica de grado moderado”. Sin embargo, el juez evaluó que no sería factible que esos controles se realicen en la UP 1, ya que el servicio de sanidad no cuenta con la complejidad necesaria.
El médico de la Cámara Federal de Apelaciones, Armando González, intervino en septiembre y manifestó que dadas las enfermedades crónicas evolutivas metabólicas que presentaba y, fundamentalmente, sus antecedentes cardiovasculares el imputado tenía “alto riesgo de vida” y era “aconsejable continuar con tratamiento médico en su domicilio.
Zapata, oriundo de Diamante, se desempeñaba como oficial de Investigaciones de la Policía de Entre Ríos. En la acusación, se lo consideró coautor de privaciones ilegales de la libertad; severidades, vejaciones y apremios ilegales; y tormentos en perjuicio de 13 víctimas.
La megacausa Área Paraná tuvo 21 imputados pero, por el paso del tiempo, 11 de ellos ya murieron. Los diez restantes fueron procesados a partir de 2009 por crímenes de lesa humanidad cometidos en perjuicio de 52 víctimas.