Son tres partidos los que lleva Quilmes sin poder gritar. Lo hizo por la Copa Argentina, cuando venció 2-1 a Atlanta. Pero por el torneo, ya son tres los empates en cero que lleva el equipo de Caruso Lombardi. Tras el 7-1 a Independiente Rivadavia de Mendoza, se acabaron los goles. Pasaron River, Deportivo Merlo y ahora Ferro.
El Cervecero lo tuvo para ganar y también para perder. Manejó la pelota, pero se complicó en las contras del visitante. Si Salmerón hubiese afinado la puntería, quizá Quilmes se iba con una derrota. Pero terminó, tras la lluvia y el barro, en otro 0-0, movido y con llegadas, pero sin gol.
El local fue quien manejó el juego, aunque le faltó profundidad. Pudo haber sido en la jugada en la que Caneo subió por derecha y Diz definió, aunque en posición adelantada (correcto Rapallini). También en la de Romero. Pero se quedó con las ganas. La victoria hubiese sido una gran chance de quedar a un punto de River, que tiene 48. Pero se quedó en los 45 y ahora, deberá esperar al partido con Huracán.