Los dos testigos coincidieron en señalar que “la situación estaba desbordada”. Ramos lo contó porque estaba en el lugar y Mendoza porque se lo dijo Rafael Ascúa, quien era el jefe de la seccional 11º en aquel momento. También Ramos aseguró que observó ingresar a Alfredo Zapata por la ventana al galpón de Acción Social, pero aclaró que no lo vio sacar mercadería. No obstante, precisó que otros efectivos entraban junto a civiles y sacaban bolsas del depósito del Programa Materno Infantil (Promin).
Mendoza, que en 2003 era Jefe del Comando Radioeléctrico de Paraná, criticó el operativo que se montó en Bajada Grande. Además dijo que “el personal que estuvo en el lugar no tuvo competencia para actuar”.
Quedó claro durante todo el debate que en 2003 la Policía entrerriana estaba viviendo un estado de inestabilidad, en su conducción. En el lugar no había jefes: la conducción de la Policía provincial se enteró de los incidentes varias horas después. La noche del viernes 21 y madrugada del sábado 22 de noviembre de 2003, el operativo estuvo a cargo del oficial Osvaldo Bregan y la ex policía Laura Iturralde, quienes habían egresado de la escuela de policía hacia seis meses.
Tanto Bregan, Iturralde como otros testigos policiales indicaron que la única forma de controlar la situación hubiera sido con un enfrentamiento armado.
La interna policial
Reinaldo Levrand, ex jefe de la comisaría sexta de Paraná aseguró que quedó involucrado en los saqueos del depósito acontecido en 2003 por su apoyo al ex jefe de la Policía, Ernesto Geuna.
El comisario reiteró lo que contó el lunes 18 de octubre de 2010 durante su declaración en el primer juicio. Levrand mencionó que Rafael Ascúa le dijo que el ex subjefe de la Policía Raúl Godoy lo presionó, pero aseveró que “no me dijo ‘con qué o para qué lo presionaba’ Godoy”. La hipótesis del procesado hace hincapié en la declaración de Bregan que cuando declaró dejó a entrever que sus jefes le pedían precisiones exactas de los policías que se llevaron mercadería. Pero, él aseguró que no podía sindicar a nadie porque no los conocía. Sin embargo, según Bregan, sus superiores le brindaban características físicas para inducirlo a encontrar un responsable. En su declaración, Levrand siempre se ubica lejos de Bajada Grande, publicó diario Uno.