“Creo que es un error muy común decir que es el último caudillo, él no fue un caudillo, fue un líder moderno. Un hombre con mucha fuerza política y carisma”, opinó Garay en declaraciones al programa A quien corresponda (Radio De la Plaza).
También lo calificó como “uno de los últimos grandes políticos, que tenía grandes condiciones de mando que lo hicieron destacarse como dirigente. Él ejercía el poder, eso era algo que lo caracterizaba”.
En cuanto al juicio político, indicó: “Fue una etapa muy dura para Sergio y fue una maniobra muy desagradable que le hicieron”.
“Hace una semana fue la última vez que hablamos y no me gustó su tono de voz, lo sentí con mucho decaimiento. Lo noté como derrotado. Además de su enfermedad, quizás lo pudo haber afectado la muerte de su hermana y de su cuñado, porque era un hombre muy familiero”.