Por Manuel Lazo (*)
(desde Capital Federal, especial para ANALISIS DIGITAL)

Las prolongadas y extenuantes jornadas de ensayo, ya habían quedado atras. Faltaban sólo minutos para el regreso de Soledad al majestuoso estadio que compartió no hace mucho tiempo con Horacio Guarany. Calle Corrientes abajo, cerquita del río, en los laterales del histórico estadio Luna Park, el público formaba largas colas aguardando que se abrieran las puertas para ratificar una lealtad de años con "La Sole" . Estaba a punto de repetirse ese fenómeno tan difícil de explicar para aquellos que aún no entienden que no se pueden intelectualizar las cosas del corazón. Es que Soledad es, sencillamente, una más de esa juventud que exhibe con orgullo su identidad argentina, lo que no quiere decir que sean muchachas y muchachos con una extrema concepción del ser nacional. Ellos también escuchan rock y otros géneros musicales, solo que no son cautivos de la ortodoxia ni se prenden en las antinomias entre tradicionalistas y pseudos progres. Ellos admiran a Soledad y Soledad a ellos. ¿Que más ?

Cuando las puertas del Luna se abrieron, cumplieron con el ritual (como en la cancha), de colgar prolijamente sus banderas y desplegar sus pancartas con frases de cariño para la artista y la identidad del pueblo interior. Abajo, en los camarines, todos querían disimular la impaciencia. "Laucha" Calcaterra, guitarrrista que lleva junto a "Beto" Arauco, mas de diez años con la joven de Arequito, contaba detalles de su moderno estudio de grabación en Las Rosas.

"Juanjo" Castelli le arrancaba a su acordeón un "chamamé" de Isaco Abitbol como buscando hundirse en las raices de su lejana Rafaela. Para él ésta era la primera vez que estaría en el Luna Park. El "Chivi" López templaba su bombo bien grave para que el sonido de su parche golpeara el pecho en las chacareras. Sereno, como siempre, el maestro Eduardo Spinazzi (ex Cuti y Roberto Carabajal) cuidaba su piano, como quien mima a un niño. Mario Tierno ponía sus "cañas" colgadas en el costado izquierdo de su pecho y andaba en los pasillos, siempre, con una broma espontánea entre sus labios. Pablo Santos (ex bajista de Diego Torres) sonreía siempre transmitiendo la calma de un gran profesional.

Héctor Romero imitaba sonidos españoles, mientras su guitarra flamenca ya estaba templada en el escenario esperando la digitación de un gran maestro. El violinista Javier Casalla, excelente músico de Charly García y de la orquesta de Mariano Mores, contagiaba a todos de entusiasmo con su talento juvenil. Los coreutas Selsa Mgowland y Diego Salvador, calentaban sus gargantas con ejercicios vocales, mientras Antonio Montoya (cajón peruano), Antonio Trapanato (batería), Julio Morales, Willi Muñoz y Roberto Guinea (cCuerdas de tambores), entre acentos cubanos, hablaban de música ante un atento Federico Reschini (guitarrista), que con gran humildad abrió sus oídos para dejar que le transfirieran experiencias. El joven de Casilda, que debutó en el Luna Park, tal vez aún no imagina que a él también le espera un gran futuro en la música por sus dedicación al estudio, por su talento y por su calidad humana.

Eran exactamente las 21.15. Soledad se persignó y dejó los camarines donde habitan aún los recuerdos de las grandes glorias del box argentino y del mundo y se encaminó hacía el escenario. Ya sus oídos no escuchaban los buenos deseos de quienes la vieron pasar hacia la roja y prolija alfombra de la escalera del escenario. No cerró los puños y subió; con la guardia alta, la misma que la mantuvo de pié cuando los detractores que nunca faltan, intentaron derribarla. Ella siempre esquivó los golpes, como "Nicolino" Locche, que estaba allí en el Luna en la galería de la gloria, con un "quiebre" de cintura -aunque permanece peleando con la vida en una clínica-, como el "Burrito" Ortega que también impaciente, como en el banco, esperaba ubicado en la tercera fila de la platea.

Cuando Sole levantó su voz para cantar "Mi sueño mejor" un coro de euforia estremeció los cimientos del legendario Luna y se me ocurre, que el "Negro Monzón", desde ese cielo de luces que mostró su gloria, sonrió orgulloso por la conquista de esa joven, que como él , estrenó la luz en Santa Fé.

Y Soledad cantó...Con la pasión de siempre, con el entusiasmo contagiante de sus inicios, hiper activa y con dotes de actriz para el manejo de la escena, renovó con su público una lealtad de años, una relación sobre la que han buscado respuesta desde lo sociológico sin entender que las cosas del corazón no pueden intelectualizarse.

Desde su última obra discográfica "Adonde vayas", hasta los temas folklóricos que la consagraron en Cosquín, la joven de Arequito, que estrenó también nuevas canciones, puso de manifiesto su plena vigencia. El Luna Park estuvo lleno las dos noches y su éxito motivó a los organizadores (Fenix y Ecos de la Posta ) a agregar una nueva fecha fijada para el 29 de mayo.

Sería injusto omitir en ésta crónica, el crecimiento vocal de Natalia. Se lució cantando "Como la cigarra" y emocionó junto a su hermana con la obra de Felix Luna "Zamba de usted". Para Soledad estas actuaciones en el Luna Park, no fueron dos presentaciones más. Ya sin Argentina Producciones, sin Cesar Isella (quien equivocadamente se atribuye haber descubierto a la cantante, desconociendo el esfuerzo de su familia que hacía años andaba recorriendo el país buscando el lugar en los grandes escenarios ), Soledad sabía que en esas dos noches la "apuesta" era a "cara o cruz".

Con gran personalidad demostró que en una cantante pueden conciliarse distintos géneros; sumar sonidos "no tradicionales" al repertorio de la música folklórica sin modificar su raíz ( de hecho otros ya lo hicieron antes ). La Sole no se fue jamás del folklore. Tampoco se "embretó" en ese género; evolucionó como el folklore mismo y con buen criterio busca instalar su música en el exterior. Ya sus canciones son entonadas por jóvenes en Israel como antes lo había hecho en Europa. Es una de las mujeres mas queridas de la Argentina y tiene el soporte de miles de jóvenes que están al márgen de estas discusiones teóricas.

El sábado 29 de mayo Soledad volverá al Luna Park pedida por su público antes de iniciar una gira por todo el país. El monumental estadio volverá a ser el punto de encuentro allí donde mueren todas las palabras.

(*) Periodista y locutor, fue uno de los presentadores de Soledad en el Luna Park